Combinaciones y permutaciones… del amor, de la necesidad de tener alguien especial.

Un recuerdo.

Un post. Dos post. Un comentario. Muchos. Los blogs están llenos de amor. O de su falta. Quizás antes más que ahora, quizás porque antes había más blogs que ahora. Yo hablo de amor. Escribo sobre el amor, cuento historias de amor.

Amor.

Necesidad.

¿Pareja? ¿Novio?

¿Atractivo?

Conceptos que cada uno puede unir de una forma u otra.

Unos buscan algo especial. Alguien especial. Me comentaba un amigo que, todos somos especiales. Por distintas cosas. Y puede que tenga mucha razón. Cada uno entiende como “especial” una cosa. Como cada uno entiende por “guapo”una cosa. Y ya no digamos por “atractivo” o que “me ponga”. Todos tenemos algo que a alguien le resultará especial.

Uno busca un follador. Que folle bien. Otro, busca un mimoso. Otro busca, alguien que le diga al oído guarradas. Ese busca, alguien que le comprenda. Ese otro, busca alguien al que comprender. Fulanito, quisiera alguien con el que hablar de cine. Incluso alguno puede buscar alguno que hable de fútbol. O de baloncesto. Y el de allí, el que está sentado, busca simplemente alguien.

Unos se conforman. Otros no se conforman.

De los que no se conforman, una gran parte en realidad, al final acaban conformándose. Porque adecuarán al que llegue a su medida. Somos únicos para engañarnos cuando nos conviene. Simplemente, llega uno, nos mola su culo, parece que es mínimamente aceptable, y vamos transformando las cosas que no nos gustan, en cosas que nos ponen.

Puede que un día, ése, nos de una bofetada en nuestro entendimiento. Y nos caigan en el pie las fachadas que nos hemos montado a su alrededor. Habrá heridos. Normalmente nosotros mismos. Y volveremos a pensar que, no nos conformaremos la próxima. Pero, con mucha probabilidad, volveremos a engañarnos. Porque tanto entre los que se conforman, como los que no se conforman, simplemente necesitamos tener a alguien.

Pero sí, hay una parte de los que no se conforman, que buscarán y bucearán hasta encontrar lo que están convencidos que necesitan. Unos de esos, cuando lo encuentren, se darán cuenta que, se han engañado. Que no era eso lo que buscaban. También caerán las fachadas en sus pies, esta vez serán sus propias fachadas. Cambiarán el chip, se volcarán otra vez en una búsqueda adecuada a los nuevos parámetros.

Otra parte de los que no se conforman, encontrarán. Y serán felices, y comerán perdices. Sus necesidades, eran de verdad sus necesidades, y han triunfado. Lo encontraron.

Los que se conforman… no piden grandes cosas. Se adaptan. Tienen unos mínimos. Unas veces físicos, otras espirituales o de forma de ser, y otras veces una mezcla de ambas. Cumplidos éstos, las demás facetas se adaptan. De estos también, unos triunfan, dan con la fórmula adecuada, y también comen perdices. Otros, prueban, no dan con la fórmula, y se van al mercado.

Y otros… ni siquiera se ponen unos mínimos. Están a la expectativa, prueban, les mola, y adelante.

Y otros solo picotean donde pueden, o donde les dejan.

Otros van de flor en flor, uno cada noche. Cama, sexo y hasta luego.

Unos tienen un novio en cada puerto.

Y esos, buscan solo uno, para toda la vida.

Unos piensan que todo tiene caducidad.

Otros prefieren pensar que, puede durar mucho tiempo. Incluso toda la vida.

Unos aman, y otros necesitan. Pero cuando se ama de verdad, se acaba necesitando también. Incluso, cuando se necesita, se acaba amando. Y ni lo uno ni lo otro.

Unos quieren experiencia. Otros juventud.

Aquellos no saben estar solos. Salen de uno, y encuentran otro.

Los que están allí, salen de una, sufren. Tienen suerte y encuentran alguien. ¿Deberán guardar luto por lo que no salió? Como nuestras abuelas, ¿Un año de negro? ¿O dos? ¿Tres meses? ¿Deben renunciar a poder encontrar algo que les ilusione? ¿Por el luto? ¿Aunque sea porque no saben estar solos?

Incluso los del fondo, y tienen todo su derecho, quieren estar solos.

Cada uno se hace una composición de lugar. De su vida. De lo que cree que necesita. Se engañan. Unos antes, otros mientras, otros después. Pero necesitan. Lloran. Aman. Ríen. Sufren. Disfrutan. Incluso algunos no se engañan.

¿Alguien puede juzgar? ¿Alguien puede decir que una fórmula, la suya es la verdadera? ¿Puede elevarla a la calidad de verdad inmutable?

Se puede, desde luego. Fíjate, algunos elevan a esa calidad, el que los que somos gays, homosexuales, maricas… somos enfermos, viciosos. O la nueva filosofía de algunos… dignos de compasión.

Hay un límite. Es no engañar, no hacer daño al de al lado. No decir te quiero, cuando quieres decir, “Solo quiero tu polla en mi boca esta noche”. No decir te quiero, te amo, con la intención de reírte del otro.

El número de combinaciones y permutaciones posibles, claramente, tiende al infinito.

12 pensamientos en “Combinaciones y permutaciones… del amor, de la necesidad de tener alguien especial.

  1. Todos somos más frágiles de lo que aparentamos y en muchas ocasiones interesa la gente en lo que puedas descubrir o saber de ti mismo. Se puede mentir mirando a los ojos y en el fondo tampoco se pueden crear anatemas o revueltas de supuestos invasores de soledades; nostalgias recurrentes sujetas a tiranteces de intransigencias sociales sin poder disfrutar de la libertad de expresar los sentimientos.

  2. Y cada persona es un mundo, vive en su mundo y puede hacer cuando quiera de su capa un sayo. Lo malo es cuando no tenemos libertad para poder hacerlo, cuando no podemos disfrutar de nuestros mundo o ni siquiera nos dejan ser quien somos… O cuando pudiendo, le tenemos miedo a la libertad.

    ¡Viva el amor!

    Un abrazo.

  3. Pues lo mejor es no tener demasiadas expectativas y estar un poco abierto a todo. Demasiadas ideas preconcebidas hacen que se reduzcan las posibilidades. No siempre el plato mas apetitoso a la vista es el que mejor sabe, ni el que mejor nos sienta.
    Eso es lo que pienso ahora que no coincide con la dinamica que yo aplique. De hecho yo creo que lo hice todo bastante y mal, aunque al final tuve suerte

  4. Bueno Tato, yo estoy un poco en la idea de Peace, yo también pienso que cada persona es un mundo y no hay cosa peor que la falta de libertad, o también el tratar de invadir las libertades ajenas.
    Los límites que tu propones pueden ser ciertos, pero me parecen ambiguos y bastante difusos. Por supuesto estoy de acuerdo en que hay que intentar no hacer daño a los demás, y tratar de no engañar a nadie, pero ¿ eso como se hace ?, ¿ se trata de ser sinceros a toda cosa ?, ¿ sobrevivirían a tanta sinceridad más del 10% de las parejas?, y además ¿como se hace esto?, porque los sentimientos nunca se escriben en verdades absolutas, fluctúan,son cambiantes, a veces se contradicen, otras son efímeros, confusos …un día decimos te quiero, lo sentimos en ese momento, creemos que es cierto, pero luego dudamos,o dejamos de sentirlo, o ya no sabemos lo que sentimos, pero igual esperamos sentirlo de nuevo.
    Encima de todo esto, resulta que para cada relación existen siempre como dos realidades distintas, o dicho de otra manera existen dos verdades, que a veces discurren por caminos muy diferentes. Podría ocurrir que yo te quisiera más que nada en el mundo y que te lo diga cada día con una sinceridad absoluta, pero que a pesar de todo, tu no te sientas para nada querido,( igual que puede ocurrir todo lo contrario ). Y yo me pregunto , ¿ cual de las dos verdades es la más cierta ?, ¿ cual es la que más importa ?.
    En cuanto a los ejemplos que tu citas. Esto de decir te quiero con la intención de reírte de otro, pues imagino que es algo que debe ocurrir muy poco fuera de los patios de colegio, o al menos eso es lo que me gustaría pensar. Y aún tratándose de colegiales, pues mira, siempre es mejor dar risa que dar pena, que es el sentimiento que produce cualquiera que actúe de esta manera. En cuanto a lo de hablar de amor para echar un polvo…bueno, yo no se si esto será bueno o malo, seguramente no será muy bueno, pero lo cierto es que invocar sentimientos afectivos para conseguir sexo es un rasgo propio y distintivo de nuestra cultura, forma parte de nuestro comportamiento social ( para desconcierto de algunos que provienen de otras culturas muy diferentes, todo sea dicho ) y en realidad todos lo entendemos y lo utilizamos en mayor o menor grado. La gente suele decir, «me gustas», «me encanta estar contigo», «eres muy majo», y mil cosas por el estilo, en lugar de decir » joder, con el calentón tengo hoy , me vienes estupendo para echar un polvo», aunque la idea sea esa. Estos códigos culturales al final son conocidos y compartidos por todos nosotros, y pocas veces podemos llamarnos a engaño. Como mínimo es una posibilidad que va a ser reconocida y tenida en cuenta. Cuantas veces que alguien te dijo por primera vez «te quiero» , tu has pensado ¿será verdad o mentira ?, pues seguramente la mayoría. Así que esta idea de estar una relación sólo para follar, teniendo al otro totalmente engañado y tal…a ver, yo creo que salvo raras excepciones, es una posibilidad bastante remota, porque entre nosotros, de alguna manera esas cosas se saben, se notan.

    En cualquier caso Tato, como bien dice un famoso refrán » quien bien te quiere, te hará llorar » y es que al final hacen mucho más daño los que nos quieren, o nos quisieron de verdad, que de los que intentaron tomarnos el pelo. En mi caso al menos

    Perdona por la chapa, pero verdaderamente me pareció una propuesta muy interesante. Muchas gracias por tus reflexiones

    Un abrazo

    • Me voy a quedar solo, de toda tu reflexión, con lo de «quien bien te quiere, te hará llorar».
      Mira, es una frase que no me gusta nada. Pero nada. Es una frase que suele justificar muchas cosas inmundas. Eso lo decían los padres para justificar una buena tunda, lo dicen los maridos maltratadores para hacer lo mismo con sus mujeres, los que piensan que eso es justificable, etc, etc.
      Los que quisieron tomarte el pelo, no te harían llorar, porque no consiguieron su objetivo. Si no, hubieran estado en el primer caso. Tú los hubieras querido, porque te habrían engañado. Y tú hubieras pensado que ellos te querían de verdad y pensarías que tu afirmación, es cierta. Pero todo parte de un engaño que llegó a consumarse.
      Los que intentaron engañarte y no lo consiguieron, no pueden hacerte daño, porque no consiguieron conquistar tu corazón.
      Otro día si eso, seguimos.
      Muchas gracias por tus opiniones, por ser mi cómplice.

      besos.
      muchos.
      envueltos.

      • Bueno Tato, evidentemente yo no he utilizado esa frase tratando de justificar nada. Es un hecho puramente descriptivo aformar qie, en mi caso, los que me hicieron más daňo fueron personas que pienso que al menos en algún momento si me quisieron realmente. Es algo que yo creo, porque nadie está en los sentimientos de nadie, y si algunas veces somos capaces de engaňarnos a nosotros mismos respecto de nuestros propios sentimientos, pues imagínate saber a ciencia cierta lo que siente el otro. A lo mejor como tu bien dices, si que he estado engaňado más veces de las que creo.
        En cuanto al tema de los malos tratos, yo es que creo que el que maltrata no ama realmente. Son realidades excluyentes. Mínimamente, en la ira que precede a una agresión sólo hay odio. Otra cosa es a quien o a que se odie, o cual pueda ser la víctima de ese odio más propicia, pero amor, no hay por ningún lado.
        Muchas gracias por compartir tus reflexiones conmigo

        Un abrazo

        • Pero Pucho, te hicieron daño porque tú les querías. Si mañana te encuentras con otro chico en la calle y te enamoras de él hasta las cachas, un flechazo de esos, sufrirás igual, pero ese objeto de tu amor, no te habrá querido nunca. Pero tú sí a él. y puede que te haya comido la oreja con bellas palabras que tú, como estabas predispuesto, te has creído, sin acordarte del código ese que dices de ligoteo para follar una noche. Código que servirá seguramente para ciertos ambientes, y si el jodido cupido no entra en acción.
          Pero cada uno busca algo distinto. Cada uno se junta con otro por motivos distintos. Eso es la esencia del post. Cada uno se combina con los demás de una forma. Y no es nada malo, porque cada no tenemos unas necesidades.
          Yo lo único que quisiera es que no me mientan. Los sentimientos pueden cambiar… claro que sí. Casi nada hay que dure eternamente. Pero me fastidiaría bastante que me mintiera. Aunque a lo mejor, no te creas, ahora mismo también eso me daría igual. y a lo mejor sería yo el primero en engañarme a mí mismo pensando en que lo que me dicen ,es cierto.
          Discrepo contigo de nuevo en el tema del maltrato. Yo no creo que el maltratador no quiera a su víctima. Pero entiende el amor de una forma abusiva, dominadora, obsesiva. El problema es que esos otros complementos a su amor le dominan. hay miles de formas de amar. Miles, no, en realidad miles de millones, tantos como personas somos. Por eso decía yo que lo único que no se debe consentir es el engaño, y el que te hagan daño. Aunque amar, también esos aman. Al menos yo lo veo así.

          besos.
          muchos.
          envueltos.

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