Carlos G. García, presentó su libro: Entrada + consumición.

Intenso fin de semana. Y que mejor que un poco de música para recuperar fuerzas. Albinoni. Es lo que he escogido para esta ocasión. Espero que os guste.

Carlos presentó su libro. Algunas malas lenguas dicen que llegó atado de pies y manos, porque se quería escaquear. Pero nada… Me ha gustado verlo ahí, cumpliendo uno de sus sueños. Mucha gente para saludarlo. Nervios, risas, aplausos. Muchos libros firmados.

No se me dan bien estas crónicas. Nunca encuentro el tono adecuado. Cuando lo he intentado no me ha salido a mi gusto. Releerlo un par de semanas después constituye una buena prueba del algodón, y en general, no las pasan este tipo de escritos.

Así que me voy a ahorrar el berrinche de dentro de unos días, y que narices, el escribirlo. Escuchemos música, y leamos a Carlos G. García, «El gran Paper, I Suppose»

Solo quiero agradecerle que sea como es. Y su cariño. Y hago votos porque dentro de un par de meses, podamos pasar alguna tarde charlando tranquilamente en algún rincón de Málaga.

Hoy me vais a permitir que dedique este post a  Sonia, a Rafa, a Kotei, a Saiz.

Y tú… si no has comprado el libro… de verdad, no sé a qué esperas… en fin.

Otro día si eso, a lo mejor comento la obra de teatro: «La caída de los Dioses».

Orgullo Madrid: 2011 – Las fotos. (1)

Lo prometido es deuda.

Orgullo 2011: mi crónica fotográfica.

La gente va llegando. Los espectadores van ocupando las lindes del recorrido. Las pancartas se van distribuyendo. «Gratis» gritaba el hombre. «Es el día de gritar y reivindicar» seguía diciendo por si alguien no se creía que eran gratis.

Las banderas, los globos, la policía. Los fotógrafos.

Las pancartas, aún en el suelo. Los mensajes.

No queda nada para que comience. Hace calor. Se palpa en el ambiente la emoción en unos, la alegría en otros. Los motivos por los que están allí son múltiples, tantos como personas. El caso es que están. Algunos incluso recuerdan cuando no se podía estar en una manifestación o marcha así. Jóvenes, mayores, niños, familias, parejas heterosexuales, parejas gays. Grupos de amigos. Curiosos.

En unos minutos se pondrá todo en marcha. Las pancartas se levantarán del suelo. Las asociaciones ocuparán su sitio. La música comenzará a sonar.

Para ver todas las fotos del Orgullo 2011, pincha aquí. Y para ver mi maravilloso, ejem, reportaje del año pasado, pincha aquí.

Unas fotos de la Noche Blanca.

He hecho un esfuerzo supino, para prepararos este post sobre las fotos de «La noche blanca» de Burgos. Porque no sabéis el cuerpo que me ha dejado. ¿Os conté que estuve más de 6 horas seguidas viendo todo lo que pude? Andando, de pie, yendo de acá para allá, sin apenass parar para tomar un algo… vale, un algo tomé… pero casi na…

Así han salido las fotos… soy muy crítico conmigo mismo. Voy a empezar a entrenarme para estar más en forma el año que viene, y hacer un reportaje mejor. Ya solo hace falta que alguien me regale otra cámara, con algún objetivo añadido, como angulares, o Zoom en condiciones.


Como siempre podéis pulsar sobre las fotos, y verlas en todo su esplendor. Algunas mejoran mucho en grande…

Iba a haceros una crónica, pero es un estilo que no me suele salir bien. Soy un rollo, plano sin gracia. Así que me ahorro el leer luego, dentro de unas semanas, y querer cortarme las venas por lo cursi y mal que ha quedado.

Deciros solo unos apuntes, para situar algunas fotos. Empezamos con un taller con pintores que estaban trabajando al lado del Instituto López de Méndoza.  Luego, seguimos con unos globos que perlaban los márgenes del río Arlanzón, y el jugueteo que tenían con el aire y con la catedral al fondo. Tenemos también unas lanchas fantasmagóricas que «navegaron» por el río Arlanzón. De noche daban una sensación extraordinaria.

Miguelón. Miguelón es el actor protagonista de Atapuerca. Y una recreación gigante de su esqueleto, se paseó esa noche por Burgos. Le acompañaban unos miles de animales coetáneos: dinosaurios, aves, peces…  En las últimas semanas voluntarios de la fundación Burgos 2016, recorrieron los colegios, las asociaciones, los centros cívicos, y ayudaron a miles de niños a hacer su animal de gomaespuma.  Y luego, esos niños acompañaron a Miguelón a pasearse por Burgos.

Esos esqueletos se convirtieron en la insignia de la Noche Blanca. No solo en ese desfile, sino en todo Burgos, Era fácil ver a esos animales, moviéndose en el aire, en manos de niños y no tan niños.

Por lo demás, la catedral y sus montajes audio visuales, el Arco Santa María, el Teatro Principal, la Diputación, el Monasterio de San Juan.  Las colas en el Museo de la Evolución, en Capitanía, en la Catedral, en el Museo del Libro. La Catedral por cierto, estrenaba iluminación interior. Y la Feria del Libro. Y la exposición de fotografía del templete del Espolón. Y la magia, y la música, y la luz del montaje de la Plaza Mayor. La danza al lado del Museo de la Evolución. El concierto del coro en la Merced. La exposición de Egipto en la Casa del Cordón… El CAB, no nos olvidemos de ese Museo que si no lo habéis visto, no sé a qué esperáis…

Hacía tiempo que no sentía esas vibraciones que yo al menos tengo, cuando algo me toca la fibra del arte. Y esa noche, al menos la sentí un par de veces. Y eso me gusta.

Me perdí muchas cosas. Pero el año que viene, espero ver más y disfrutar de más. Y si alguien se apunta, ya sabéis. Reservad con tiempo, que los hoteles casi estuvieron al completo. Es que había gente… ufffff, la de gente que había en la calle. Qué bonito es eso.

Burgos 2016

Cronista de finde: el del 28 y 29 de mayo. Noche Blanca, fútbol y otras cositas.

Voy a necesitar una semana para recuperarme. Sip. 6 horas sin sentarme. De aquí para allá. Ya no estoy para estos trotes… me falta entrenamiento, y me pesan los kilos y los años. Y sobre todo la falta de magia. Esto es por lo de la noche blanca de Burgos, por si alguno no se ha enterado. (eso es que no me sigues con regularidad… muy mal; a ver si al menos te pagas un café, ya que no me lees…).

Una noche maravillosa. Y agobiante, por no poder ir a todos los lados. Decenas de fotos, y no hice más, porque al final se me acabó el carrete. El mío, no el de la cámara, que ya os veo a alguno cayendo sobre mi yugular.

A mí particularmente me ha gustado. La noche blanca de Burgos, digo. Opté por echar un vistazo a todo, sin quedarme a ver algo concreto. Y eso que alguna de las opciones me tentaban, como la del concierto de una coral en la Iglesia de la Merced, de canciones de la peli “Sonrisas y Lágrimas”. Me hubiera gustado. Sip. Y un taller de pintura, me tentó también.

Mucha gente en la calle. Pero mucha. Todo estaba lleno, y eso que parte de las actividades estaban fuera del centro, y me imagino que en ellas habría también público. Las tabernas, bares y cafeterías, a tope. Las terrazas idem. La Feria del Libro… mi perdición. Menos mal que la pillé cerrando a las 12,00 de la noche, porque si no, ahí acaba mi noche, y mi presupuesto. Tengo que volver. No sé ni cuando leeré lo que compre, ni dónde lo meteré. Pero… es un vicio. Iba a poner que es un vicio confesable, aunque ahora que lo pienso, a lo mejor no lo es. ¿Pensáis que es confesable? ¿O inconfesable? Por cierto, no os he preguntado nunca. ¿os gusta leer? Es para hacerme una idea y confesar o no la próxima vez.

Vale, lo confieso: volví el domingo. No quería pero… lo confieso. Y compré.

Otro día os pongo las fotos que hice en la Noche Blanca. Tengo que mirarlas, porque la mayor parte serán para tirar. Pero para eso hace falta ganas y tiempo. Y tengo el cuerpo como para meterme en esa aventura. Ya me está costando escribir esto un egg, y parte del otro… y no te digo nada lo que me ha costado ir a trabajar. Y no, no me ha tocado la primitiva.

Por cierto, no me habías dicho casi nada de la exposición que organicé yo aquí, como complemento de «la noche blanca de Burgos«. Que anda que no era bonita, y estaba bien traída… para que luego diga alguno por ahí que no nos comprometemos con la causa.

Cambiemos de tema.

Barça.

Ya os veo a algunos rasgandoos las vestiduras porque hable de fútbol. Pero es actualidad, y es algo que interesa a mucha gente, incluidos un puñado de gays, que alguno se cree que a los gays no les gusta el fútbol. Veamos de los que conozco y os puedo hablar, que de algunos tengo pacto de silencio, como andan en esto del fútbol. A Thiago, le gusta el fútbol. A Chevy también. A PFE, su Barça le interesa. A Canalla, su Madrid. Kotei también es aficionadillo. A parte, el primero y el penúltimo lo han jugado con más o menos asiduidad. Hay incluso futbolistas gays, alguno ha empezado a decirlo en público. Veis, otro tópico desmontado, que el fútbol no es cosa de gays.

Pero yo quería haceros notar un matiz, por eso he traído el tema éste: la erótica del ganador. A mí particularmente, hay una serie de jugadores del Barça que físicamente no me gustan un pelo. Y encima si celebran la victoria, y se quitan los calzones, su pinta en calzoncillos es de lo más anti-morbo del mundo. Messi será el mejor jugador del mundo, pero guapo, guapo… no es. Pero mira, la gente le desea. Incluso le sacan fotos guays para vender ropa o no recuerdo qué. O Puyol. O el mismo Iniesta, será adorable y todo lo que quieras… pero guapo, no. Nada que ver con Bojan, claro. O con Piqué. Piqué creo que tiene un “cosas de gays” que algún día escribiré. Me lo recordáis si eso.

Eso me hace traeros la reflexión de si algunas veces, una persona determinada nos gusta por su poder, o por su fama, y no por su físico, o su forma de ser (esto lo añado para parecer menos “materialista”, aunque esto es puro erotismo y puro mercado de la carne).Últimamente he visto algunos editoriales de reputados fotógrafos en conocidas revistas, de estos jugadores, y de otros no precisamente atractivos para mi gusto, y que reciben los parebienes de la concurrencia, y son repetidos hasta la saciedad…

En el Madrid. Canales es un bellezón… yo de hecho el año que viene me voy a hacer del equipo al que vaya. También me haré del equipo al que vaya Bojan, para que no haya suspicacias. Pero Ozil (creo que lleva diéresis en algún sitio, aunque no se en dónde, me abstengo de ponerla, y no me apetece buscarlo, ya sabes, el cansancio…) es feo de narices. Y Di María tampoco es guapo. Pero del primero oí comentar que se lleva a todas las mujeres que se cruza delante de él, al huerto. :O . Huy, ahora que recuerdo, hay un jugador en el Villareal, que me encanta. No quiero saber ni su nombre, para no soñar con él. Si al final Canales recala en el Villareal, ya me enteraré, y así, de seguir al equipo, me preocupo por los dos.

Así que claro, a mi no me mira nadie, salvo porque tengo un cierto parecido con un político. Ains. No tengo éxito, entonces no compenso mi fealdad, y mi cuerpo horrendo. Y encima pobre y medio lelo, pues lo que me faltaba. Y sin magia. Eso es lo peor, por lo menos desde mi punto de vista.

La erótica del éxito. O de ser famoso. O del ganador. O del poder. ¿Cuál será más? Anda escribe un poco que yo estoy cansado hoy… y mañana… y pasado… y debo reposar un poco. Colabora conmigo en la confección de este blog.

Por cierto, el Burgos ha subido a 2ª B. Y he visto una foto de uno d elos futbolistas… tengo que seguir la trayectoria profesional de ese chico. Me he enamorado. Sip.

PD. Os pondría fotos de estos futbolistas citados, pero… me da pereza buscarlos. Si alguien me hace el favor, pues me las envía al correo y las añado. Pero que se les vea bien, que sean foto de calidad.

PD2. Felicidades a todos los aficionados del Burgos, a los jugadores que sé que me leen, ejem, y a sus directivos.  Ha costado, pero al final han salido del pozo de 3ª. Ahora a no hacer las cosas mal, como antaño.

 PD3: Felicidades a los aficionados y seguidores del Barça. Y a los jugadores, que seguro alguno me lee en secreto. A ver si te pagas un café, por cierto. Hummmmmmmm.

PD4: Y felicidades a los organizadores de «La Noche Blanca de Burgos«. Una maravilla, de verdad. La prueba son las miles de personas que se echaron a la calle, y los muchos turistas que también la disfrutaron.

PD5: Lo reconozco: todas estas PD solo buscan que me inviten a café.

PD6: Y qué narices, he pensado que también debo felicitarme a mí mismo por la exposición que organicé en este rincón. Y yo sí que me invitaré a un café.

Todo pasa (1)

Nada será igual.

Algo quedó vacío. Algo que se llenó.

Pasan las horas, los sitios, pasan los olores, y las risas. Pasan las caras, la música, el arte, la comida. La carne, el pescado. Todo pasa a velocidad de AVE. Apenas queda en la retina de la percepción unas pocas imágenes entrecortadas por la ansiedad de aprehender cualquier sensación, para después poder recrear con la máxima fidelidad durante el resto de la vida, esas situaciones irrepetibles, y tan difíciles de narrar.

El frío sucede al calor, y luego cambian los papeles. El sol y la luna. El aire del norte guerrea contra el no aire, y gana, pero luego pierde. Y todos ellos, el sol y la luna, y el aire, y el no aire, todos, pierden con el calor de los cuerpos, de las miradas, de las sonrisas.

Miles de dudas quedan en el ambiente. Cientos de preguntas, decenas de repeticiones… “¿Todo fue bien hermano?” Miles de cosas sin decir, otras sin ser escuchadas. Los cipreses y el recogimiento. Las princesas noruegas y las páginas ilegibles. Los buitres, los tréboles, los plátanos y las naranjas. El sonido en la lejanía de los tambores y las cornetas, y todo eso que no quieres contar, pero que en realidad te apetece. Todo eso que no quieres que nadie se entere, aunque sí, te lo estoy contando.

La confusión de personas, yo, tú, él, nosotros, y ellos, con el vosotros allí, lejos, y el yo aquí, cerca, a mi lado. Los teléfonos sonando y las velas guardadas en su caja, “ahí están de puta madre”, dijo él, ¿O fui yo? Pero estaban bien guardadas, de todas formas.

Las palabras, esas condenadas palabras que tanto nos gustan, con las que jugamos, a las que combinamos para contar o para todo lo contrario. Palabras, que parece que todo lo pueden, que son maleables, interpretables, que dicen muchas cosas, y pocas cosas cuentan. Palabras que buscan la belleza, o que muestran la sabiduría, ¡Dios!… las palabras, hijas del tiempo, del espacio, de la nada. Palabras tan importantes, tan necesarias. Palabras… no quiero decir nada, no quiero contarlo, pero quiero que se entere el mundo, el universo entero… ¡No! ¡Mentira! no quiero que nadie lo sepa. Soy egoísta, pues. Quiero gritarlas, combinarlas, juntarlas, adornarlas, pero no quiero que nadie sepa, que nadie conozca la verdad de lo que pasó, o de lo que no pasó. No quiero que nadie pueda sentir la sombra del buitre que volaba sobre nuestras cabezas, el agua debajo, la piedra impidiéndonos el camino… Dios… Dios míos…

Alguien pidió un boli negro. ¿Fue él o fui yo? No lo sé. ¿Importa? Solo sé que él escribió. Y eso, sí, de eso os enteraréis, de lo que escribió él, con el boli negro, en un papel en blanco, de una libreta emborronada, y con un perro buscando su dosis de cariño, dosis que el mundo en general parecía haberse puesto de acuerdo en negarle. Esa mirada lánguida, parecida a la de un niño. Y el niño precisamente fue el que escribió con el boli negro que alguien pidió… y lo hizo en una libreta con sus páginas emborronadas:

“El sol gélido sobre nuestras cabezas mientras el viento, de ímpetu sosegado, nos mecía en la conversación. Las palabras divagaban y las campanas reclamaban. Nuestros “yo” ascendían para no ser más yo, sino nosotros.

El tiempo irreal nos obligaba a permanecer en el momento, en el extenuante estar del ser. Y así, desaparecidas, las horas pasaron. La amoratada noche nos dio la bienvenida y como espíritus, desaparecimos en su niebla. A veces pienso que santa; otras, endemoniada, y otras, al levantar la cabeza y recordar: simplemente, buena conversación.

Y firmó: Saizsen – 16/04/2011.

Otro día os contaré otras palabras; palabras ilegibles que el viento sosegado del oeste, espero que un día, mañana, o pasado quizás, aclare sus sentidos: el primigenio, y el último.