Es una pena. Como siempre tengo demasiadas cosas para publicar por Navidad y el tiempo es el que es. El año pasado lo alargué por eso de que los relatos no quedaran a medias. Este año, no empezaré con más relatos navideños. Quedarán para otra ocasión. No sé si el año que viene estaré todavía por aquí por estas fechas, así que quizás estas historias queden para siempre en un cajón, o a lo mejor, al final los leeréis en mayo. O dentro de un par de meses, vete tú a saber.
Quiero dar las gracias a Adri, por haber cuidado el fuerte durante mi ausencia. Lo ha hecho genial, mejor que yo. Debería dejarle el blog a él. Pero se ha enfadado mucho cuando se lo he dicho. Por cierto, me dice que os aclare un par de cosas sobre él, que ha habido alguien que ha escrito al correo del blog negando su existencia. Pues no, Adri existe. Ya es hora de decirlo. Él se lo merece. Algunos cuando me han preguntado, siempre he dicho que no, que no es real, que era fruto de mi imaginación. Pero bueno, cuando Adri me escuchaba decir eso, parecía que lo sentía como si me avergonzara de él. Estos días he pensado mucho en este tema. Así que ya es hora de que digamos que Adri es real. Y os puedo asegurar que es un chico maravilloso, a pesar de que me haya puesto ligeramente los cuernos en mi ausencia. Pero no puedo quejarme, porque ya sabía lo que Adri era cuando se quedó en mi casa y nos amamos por primera vez. Cuando me robó el corazón sabía ya lo que podía pedirle y lo que no. Eso no quita para que se lo haga pagar durante unos días y le cueste sudor y lágrimas hacerse “perdonar”. Cuando lea esto, seguro que se me pone en jarras y con los morros estirados. Pero como se ha ido a otra de esas chapas VIP como las llama, de todo el fin de semana y algo más, pues tengo un par de días de margen.
Estoy contento de como ha quedado este año la Navidad en este blog.
Como ya os dijo Adri, me fui a pasar unos días aislado de todo. Ha estado bien, pero corto. Estoy barajando la posibilidad de alejarme de todo y de todos durante un largo tiempo. Debo pensarlo bien, porque no soy rico. Estaba esperando una gran oferta editorial o de otro tipo que me permita afrontar con una seguridad económica esta nueva etapa, pero eso sí que es ficción, no mi pobre Adri.
Espero que las historias que os voy a contar en los próximos meses os gusten. Están llenas de pasión, de amor, de dolor y de risas. De cosas que parecen pero que al final son otra cosa. De personajes ficticios que parecen de verdad. Espero que las disfrutéis. No olvidéis que si queréis contarme alguna historia, estoy dispuesto a escucharlas. El correo del blog está en un lateral.
No quiero aburriros más. Quería aprovechar este post para agradecer a Iván y a Pere sus colaboraciones para esta programación especial de Navidad. Y quisiera agradeceros a todos los que pasáis por aquí, eso precisamente, que estéis por aquí. Espero que las historias que saldrán los próximos días os gusten.
Y claro, Feliz año 2016. Creo que no os lo había dicho. Y creo que Adri tampoco. Mucha palabrería pero se le ha olvidado lo principal. Os deseo también que este espíritu navideño que nos ha invadido estas fechas, se traslade a cada día del año. ¿Lo habéis pasado bien?
Muchos besos a todos. Envueltos en abrazos.