Diario de un hombre sin nada que contar. 33ª entrada.

 

Voy retrasado. Ahora no tengo tanto tiempo.

Todo salió bien.

Fue una noche agradable. Nochebuena. La más agradable desde que era niño.

Oriol se reía a gusto. Ya estaba con nosotros. Su cabeza también.

Dijo de irse por ahí, le dije que mejor no. A cambio, vinieron algunos de sus amigos a casa. A algunos ya les conocía. Es curioso, no conocí a casi ningún amigo de mis hijos.

Los amigos de Pol vinieron a la cena. Vane y Justin. Resulta que sus padres son clientes del banco.

Y una amiga de Eduardo que estaba sola.

No sobró comida, fuimos un regimiento.

Faltó algo de bebida.

Faltaron dulces navideños. No se me ocurrió.

Eduardo se fue a su casa. Le dije de quedarse, pero me dijo que no. A lo mejor se ha asustado, pensé.

Los chicos durmieron bien.

Yo no, por eso sé que ellos lo hicieron. Fui a verlos varias veces. Estaban relajados.

Me levanté a las 6 a poner una lavadora, cansado de dar vueltas en la cama. Mi ropa, la de los chicos. Y una camiseta que se había dejado Eduardo, no sé muy bien en qué momento.

De paso, limpié la casa.

Colgué la ropa.

A las 9, estaba agotado. Apenas había dormitado un par de horas. Me senté y me quedé traspuesto.

A las 10, llegó Eduardo con churros y chocolate.

¡A desayunar!, gritó desde la puerta, dándome un beso.

Los chicos se desperezaron yendo a la cocina.

¡Churros!, dijo sonriendo Oriol.

Elvira no les dejaba comerlos, alguna manía suya. Yo a veces, les invitaba a escondidas. Me gustan los churros.

A comer nos fuimos de restaurante.

Lo pasamos bien.

Luego, Eduardo dijo de ir al cine. Los chicos dijeron que sí. Yo fui a echarme a casa.

Volvió Eduardo. Oriol y Pol se quedaron con unos amigos. Cada uno los suyos.

Volverán pronto, me dijo Eduardo sin que le preguntara.

Se sentó sobre mí y me besó.

Me dieron ganas de decirle que se viniera a casa a pasar unos días. No me he atrevido.

Le fui a proponer quedarse esa noche, para pasar un rato. Tenía preparadas las respuestas por si decía que los chicos se dieran cuenta, o tal. “¿Y sí…?”, hubiera preguntado. “Lo saben. No son tontos”, contestaba yo sin dejar acabar.

En cambio preguntó primero.

¿Y esto va a ser para siempre?

El tono. Fue el tono. Debí darme cuenta.

No contesté. No tenía respuesta. Se fue a preparar la cena.

La cena en media hora, les dije a los chicos por wasap. Me dieron el Ok.

Teresa llamó.

Teresa me dijo que hablara mucho con todos. Con todos y de todo. No se me da bien, le dije.

Ya echo de menos la soledad.

No sé si me gusta que de repente, tenga medio pareja, y medio dos hijos nuevos.

Didac me llamó. Dijo que se sentía orgulloso de mí. Una cena de parejas, eso es lo que tenemos que hacer, propuso.

Me había imaginado que Eduardo volvía con una pequeña maleta. Me imaginé también que no me había dado cuenta cuando se había ido a por ella. Pero solo se asomó a la habitación para avisar de la cena. Los chicos ya estaban.

Tenía ganas de jugar con Eduardo.

Eduardo no.

Al final, todo se ha complicado. Mi vida era aburrida. Ya la echo de menos. Ya no hablo ni de mi Madrid. Campeones del Mundo. No lo he disfrutado. Ahora, la cagamos en Copa. Y lo del Sevilla.  Suspiro de alivio con el Málaga. Pandilla de chulos.

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Néstor G

Diario de un hombre sin nada que contar. 32ª entrada.

¿Ves? López es listo. Sus hijos están en tu casa, como quería.

Miré a Eduardo. Noté un gesto como de enfado.

Asentí con la cabeza mientras miraba que la pularda en el horno estuviera a punto. No, necesitaba veinte minutos más. La saqué, la rocié con el jugo. Le eché un poco más de vino blanco.

Los chicos, en su habitación, deshaciendo las maletas.

Fui a verlos.

Pol colocaba las cosas de los dos. Oriol, ido. No reaccionaba.

Vamos, ayúdame, le dije en tono suave. Como sugiriendo, como si se lo pidiera. Le costó, pero al final se levantó. Me cogió la mano que le había tendido. Se la apreté.

¿Queréis puré de patata? Del de Maggi, que es el que os gusta.

Sabes que nos gusta el puré de patata Maggi, dijo con los ojos muy abiertos Pol, saliendo al pasillo, como si le hubieran tocado los seis aciertos de la primitiva.

He comido muchas veces con vosotros en casa, me defendí.

Papá no lo sabe, dijo Oriol.

Y es el que me gusta a mí, insistí.

Por eso me quedé con el tema, apostillé. Me seguían mirando con la boca abierta.

Se miraron. Cada uno en un lado del pasillo. Hubiera jurado que hablaban. Y que se relajaban. Por un lado me gustó. Por otro, no, porque sabía lo que me iba a tocar. No sé si estoy preparado.

Llamó Tere.

Les he traído a casa, le expliqué.

Lo harás bien, me dijo. No te comas la cabeza. Son buenos chicos.

No estoy seguro. De mí, no de que no sean buenos chicos, aclaré.

Lo harás, lo sé. Te conozco mejor que nadie.

Fui a replicar, pero me sentí cansado de repente.

Habla con Oriol, está hundido, murmuré para que no me oyeran. Tienes mano, la animé.

Vale.

Y mira de llamar a su madre.

Saludad a la tía Tere, grité, y le tendí el teléfono a Oriol.

Sabía que ella lo animaría. Era buena. Mi ex es una de las personas más maravillosas del mundo. Nos hemos separado hace unos años. No puedo amarla de la forma que ella necesita, pero la quiero. Y una de las pocas cosas seguras que tengo en la vida, es que ella me quiere, que me querrá siempre. Que si la llamo porque estoy mal, cogerá el primer avión y estará a mi lado, dejando lo que sea. No quería escribir de esto. No he escrito cosas sobre ella. Conversaciones con ella. Estoy con la guardia baja. Será por la Navidad. Jodido tatojimmy, jodido Didac que me convenció para escribir en su blog. Jodido Eduardo que ha resquebrajado mi coraza, aunque sea una rendija.

Pol vino y se sentó, mirando a su hermano hablando con la tía Tere. Seguía tenso, estudiando la cara de Oriol. Ésta iba recuperando su tono normal, la vida, sus ojos empezaban a brillar. Me acerqué por detrás de Pol y lo abracé.

Relájate, ya me preocupo yo.

Se encogió de hombros. No se daba por vencido.

Os vais a quedar aquí, le dije. Entre todos, haremos las cosas.

No es tu trabajo, tío. Los que…

 

Tienes personas que te quieren. Oriol, yo. La tía Tere. Tienes amigos. Con eso lo tenemos todo ganado. Tus padres te quieren también. Lo sabes. Pero tienen sus problemas. Deben solucionarlos. La vida no ha sido fácil para ellos. El pasado a veces viene a cobrar sus deudas.

Tú los has arreglado, no sé por qué papá no lo ha hecho igual.

No, no las he pagado del todo, mis deudas con el pasado, no. Están en mi cabeza.

Necesito vuestra ayuda, gritó Eduardo desde la cocina.

Oriol seguía con Teresa. Ya sonreía. Pol y yo nos fuimos a la cocina. Eduardo casi quema la pularda. Casi quema el puré de patatas. Casi se corta un dedo al abrir una lata de espárragos.

¿No eras cocinillas?, me burlé de él.

Todos tenemos un mal día, se defendió.

Pol y yo nos pusimos a la tarea de arreglar la cena. Eduardo se apoyó en el quicio de la puerta, mirándonos y sonriendo. El bobo de él lo había hecho a posta.

Me acabo de acordar que tengo que irme, dijo quitándose el delantal. Unos amigos han venido de sorpresa de fuera y…

Buen intento, le amenacé con el dedo. Si sales por la puerta de la calle, no volverás a pisar esta casa. Y puedes ir pidiendo traslado de oficina en el trabajo.

Bien dicho, tío Néstor. Eduardo miente muy mal.

Oriol le pasó el teléfono a su hermano. Se le notaba mejor.

Ayúdame con los entremeses.

Pol reía con Teresa.

Eduardo colocaba la mesa.

Oriol y yo, con los canapés y un revuelto.

¿Te importa que vengan mis colegas Vane y Justin? Sus viejos trabajan, pidió Pol.

Abre otra lata de espárragos, dije como toda respuesta.

Guay.

¿Quién baja al súper a por más pan?

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Néstor G

El Adri manda saludos por Navidad.

La hostia puta.

Que la puta navidad pasó y yo con la polla sacada.

Juro que mi intention era write algo bonito y tal, para al Jaime. Pero tíos, es que mi life es una puta locura.

Y el Jaime está mosca conmigo. Y normal. Desde su cumple, ni hostias. Na de na. ni le he ido a ver. Soy la puta hostia de mal.

Y que me dice que escriba algo y tal, por Crismast como el year last.

Que sí, que le dije way y tal.

Pero no.

soy lo peor.

Estoy en london. El mes pasao en USA. El porno me abosorbe. Y las VIP. Un puto negocio, la hostia. Me va de vicio. He follao para la camara con lo best del mercao. Viejos y youngs.

Mucho money que le gusto a la peña.

Y los VIP alucinan. Me rifan.

Así que na, no tengo ni tiempo pa mear.

Que les he dicho a los jefes que si tal, que me las piro un week con el Jaime. Pero que si es la oportunidad de tu vida y tal. Que si luego noes lo mismo. Que si tal. Y yo digo que sí, que mola, que tal.

Y al Jaime le dejo solo pobre.

Y el Richard no le hace ni puto caso, que se ha ennoviao. Un VIP le ha puesto casa. El jodido es un mantenido de esos. Guay por él. Pero al Jaime ni puto caso le hace. Joder, le dije que tomara un café o algo, pero me soltó y puto chapero de mierda que antes estaba celoso de el y tal. Que era “contradictorio”. Menudo palabro. No sé donde lo a aprendido el jodido, si no sabía escribir su nombre hace na.

el Jaime me escribe y tal. Me manda cariños a full time. Que me hace llorar el mamón. Que leo sus mensajes antes de las escenas de llorar, que en las pelis de VIPs a veces, la peña pide llorar y tal, historias de puto amor con lka polla dura. Una de esas pelis, joder, que salió a la venta y todo. Que la gente flipaba, porque me decían que era la puta hostia, un actor de holibud, casi. Con sexo del mejor, fijo. Pero con historia y tal. La peña alucina con mi polla y con mi culo. Les vuelve locos.

Juro que en un mes o así, me largo pa Burgos a follar con el Jaime. Y a pasear por ahí, por la catedral y tal, por la Isla, y a hacerle reír que si no estoy, na, no ríe el jodido.

Que quería escribir una historia de esas de navidad. De mucho amor, que me dijo el Jaime que este año iba a escribir istorias de amor guay, que le había dicho uno por mail que eran guays sus historias, que la peña necesita de amor y tal. Y juro que tenía una historia guay, de un colega de por aquí, un chapero de los guays, que se volvió loco por uno de los jefes. Y la hostia, que bonito fue. Con drama en medio y tal, que el chapero estaba un poco ido de tanta chapa y de algún polvo que se metía por lo tenerla dura a full time.

Peromna, que no tengo tiempo, joder. Se la contaré para que la escriba el Jaime.

Así que na, que solo decir que estoy guay de actor porno. Que hasta me han dicho de hacer una peli de no porno, un papelito y tal. Que a lo emjor lo hago. Es en London, así que guay. Lo pero será hablar en inglés de guay, no ddel chafardero que hablo de normal.

Que feliz 2017, que espero que tengáis lo mejor, jodidos.

Y Jaime, que te quiero la hostia. Que me escribas así todos los días, que me mola.

Joder, que me pongo a llorar como un bobo.

Que te echo de menos.

Loa hostia puta.

PD. que me dice el Jaime que os diga que guay por el Dídac, por el Nestor y por el Pere, que le han mandao coscas. Y que ya sa cabao el tema de la navidad. Que el nex year, mas.

Navidad 2016: «So close to magic» de Aquilo.

Una última canción por Navidad.

El dúo Aquilo canta «So Close To Magic».

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Wouldn’t you like to know

Just how I’m doing

It’s been so long

 This place feels just the same

Old and forgotten

This frozen sound

And the fire burns with great desire

As the stories start to flow

And we’ll be drinking through memories and laughing with enemies

We made back when we were so young

As I’m so close to magic

So close to home

Yeah, I’m so close to magic

So close to home

So won’t you take the time

Try to remember

It’s all in me

It’s not hard for me to see

Just how forgotten

These days can be

And the fire burns with great desire

As the stories start to flow

And we’ll be drinking through memories and laughing with enemies

We made back when we were so young

As I’m close to magic

So close to home

Yeah, I’m so close to magic

So close to home