¡¡Chssssss!! ¡ya estoy aquí!

Pero, pero… no lo digáis por ahí… ¿eh? quietos callados.

Que no se entere nadie.

Llegué tras una larga travesía a través de España. Atravesé valles, montañas, lluvia, sol, tuve calor, frío… estuve despierto, pero también estuve a punto de dormirme.

Y pensé… y también hubo momentos en que dejé volar la imaginación.

Pero estos momentos imaginativos… rapidamente los espanté agitando los brazos con ganas… porque era yo el protagonista… y porque… porque pasaban las cosas que suelen pasar en los sueños. Y no… esas cosas no pasan luego. En un sueño, conoces a un chico, empiezas a hablar con él, te va gustando… y en el sueño un día os miráis y… y… empezarán a sonar campanas de boda, violines de fondo… En la vida real, lo que pasaría es que conocerías a ese chico, iríais intimando… y llegado a un punto, sin saber por qué, ese chico pondría un poco de distancia. Cuando no kilómetros.  Te ha mirado a los ojos y se ha asustado. Y ha dicho… «me gusta, le quiero» pero… quita, quita.

En… en los sueños, tú vas y emprendes una aventura. Dejas todo atrás. Abandonas tu trabajo, para emprender una aventura, junto a algunos amigos que tienen los mismos sueños, y les apetece vivir esa aventura… ¡La aventura! Es duro, porque empezar de cero una aventura cuesta. Pero con alegría, trabajo y buen rollo,  tú-yo  y tus-mis amigos, triunfamos en nuestro proyecto. En la vida real… comentas estos proyectos con  tus-mis amigos… y pasas un rato estupendo, delante de un café, o al teléfono. ¿Aventura dices? ¿Qué aventura?

Dejemos pues, los sueños… ¡que digo dejemos! ¡¡Caca!! ¡¡Sueños caca!! Espantémosles como si fueran un enjambre de avispas… ains.

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No, no digáis a nadie que llegué… dejadme que coja fuerzas, resuello, y que me tome un par de gelocatiles para mitigar el catarro que me traje de mis vacaciones.

¡¡chssssssssssss!!! ¡¡Chitón!!

Pero eso sí, podéis decir a todo el que os quiera escuchar, y al que no, también, que me han dado un premio de relatos, en la página de relatista… sip.

😛

¡¡Qué alegríaaaaaaaaaaaaaa!!

Bueno, bueno… desde ayer por la tarde estoy que no quepo en mí del gozo.

Sisisisisisi.

El otro día os contaba que había participado en un concurso de relatos eróticos gays. Pues… ains… me dieron el primer premio.

¡¡yepaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!

Estoy…. Venga, va, iba a decir lo mismo que dos líneas más arriba.

Quisiera agradecer a Relatista, primero, el organizar el concurso, y después, el darme el premio.

Quisiera también tener una mención especial a todos los que han participado en el concurso. YoNoLoDigo, Max, Miró, David, Pehuenche, Antonio Martí Vera.

Llevo desde ayer que me enteré, que me llevé la sorpresa del año al verlo, contándolo a todo el que me encuentro o con el que hablo por teléfono. Sip. Y si alguien  habla conmigo en los próximos días, ya sabe una de las cosas que le voy a contar. Y no menos de 5 veces. Sisisisisisisi.

Me gusta escribir. Y espero seguir haciéndolo. Quizás éste es el empujón que necesitaba para publicar una pequeña recopilación de mis relatos.  Simplemente por el placer de ver un libro con mi nombre. Sip. Aunque para eso necesitaré un poco de vuestro apoyo. O un mucho. Que tengo la moral un poco frágil últimamente.

¿Os he contado que en el blog de Relatista, me han dado el premio del concurso de relatos?

Ains.

Vacaciones interruptus 2: el tiempo

Un día deberíamos hablar del tiempo. Y de lo que dura.

Deberíamos hablar de esas horas que parecen instantes, o de esos minutos que parecen días.

Deberíamos hablar de esas semanas de vacaciones que han pasado ya, que se han perdido ya en el baúl de la memoria, y de esas semanas agobiantes y sin descanso que esperan allí.

Deberíamos hablar de lo fácil que es estar en compañía de la buena gente que te encuentras en algunas esquinas, y de la soledad que te hacen añorar otras compañías.

De lo bonito que es que alguien te sorprenda y encuentres cobijo entre sus palabras, sus miradas y sus sonrisas, cuando ya no tenías esperanza de encontrar personas interesantes a las que chupar la sangre de su compañía. Esas que si pasas una hora, quieres dos. Luego pasas 4 y quieres 8. Y seguimos así en progresión geométrica hasta el infinito.

El tiempo… ¿cuánto dura el tiempo?

No me quedan ya ni instantes de vacaciones. Se me fueron como la arena entre mis dedos. Se me fue el tiempo. Y me quedó de disfrutar cientos de horas frente al mar, me quedó sin leer decenas de libros emocionantes, y de escribir bellas historias, ora graciosas, ora dramáticas.

Y me quedaron cientos de horas de conversación contigo. Y otras tantas contigo. Me quedan unos cientos de abrazos para ti, y otros para ti. Un café, dos café, o tres contigo, alrededor de una bonita charla. Tantas cosas me quedaron…

Y el tiempo casi se acabó.

Se me fue como el agua se pierde entre tus dedos…

El tiempo, esa maldición… se me fue… y no lo pude evitar…

Vacaciones interruptus 1: Diego Luna.

Hola queridos, queridas…
Sigo de vacaciones…
Pero el otro día soñé…

… soñé con este chico… sisisisisi.
Y quería compartir parte de ese sueño.

Pero no, no compartiré la parte del sueño en que le quito la camisa.
Ni en la que le muerdo la oreja.
O el pezón.
En el que bebo de esa sonrisa.
En fin…
Espero que estéis trabajando o estudiando mucho todos vosotros.
Yo… yo no.

PD: por cierto… he participado en un concurso de relatos eróticos gays. Si tenéis un segundo, me gustaría que fuerais a leer mi relato. Para darme ánimos y esas cosas. Sip.
Está en Relatos gays.
Gracias por anticipado.

Vacaciones… sisisisisisi…

Pues estoy de vacaciones.

¡Más bien!…

Pensaba haber acabado y cerrado el 13. Pero… la verdad es que con “El concierto”, me pillé los dedos. Se me echó un poco en tiempo encima.

Pero ya sí… ya acabamos.

Este año no programaré post para los días de vacaciones. Por lo menos a partir de hoy. Ejem. Porque este sí está programado. Y posiblemente, las vacaciones del blog duren más que las mías.

¿Me echaréis de menos? ¿Mucho? ¿Cuánto me echaréis de menos? ¿Me echaréis muchos de menos?

Espero que sí… jo.

A la vuelta… habrá que hacer cosas… digo.

Contactar con estos modelos guapos y estupendos. Espero que estéis buscando todos los teléfonos de esta gente, y  llamándoles para que me manden fotos y me escriban, y me inviten a comer.

Prepararé mi libro. Me da que al final me va a costar una pasta… pero bueno. Tengo que decidir que relatos incluyo. ¿Cuál os gustaría que incluyera?

Quizás inicie estos días también una novela. A ver que sale.

Y… tantas cosas… como por ejemplo, estoy pensando en una historia de chaperos… pero antes de escribirla, me gustaría conocer a uno, y charlar con él. ¿Alguien me puede ayudar?

Pero estos días, voy a estar de tranki.

Voy a viajar… pero me da que al final, sería igual que me quedara en el salón de mi casa, porque no sé si me voy a levantar de una hamaca… ufffffffff.

Y ya vale, que estoy de vacaciones.

Pero eso no significa que no podáis leer las cosas que dejasteis de leer. ¿ya habéis leído “El concierto”? ¿Y la historia del parque? ¿Y las demás? ¿Y las Cosas de Gays?

Os veo en A Coruña, en Madrid, o en Málaga. O en Burgos… a la vuelta.

Y por cierto… ya pensaré otro final para «el concierto». ¿sí?

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