Una novela que está por nacer. Carlos g. García ha escrito «El Estocoma positivo».

Lo ha escrito y ahora existe la posibilidad de que lo podamos leer todos. Y no me resisto a perder esa oportunidad.

Para que esto pueda suceder, hay que echar una mano. ¿Cual es el proceso?

Pues es muy fácil. Se trata de comprar un ejemplar del libro, o varios, antes de que salga. Si se consiguen 40 Pre-compras, la cosa va adelante. Son 18 Euros de nada.

Éste es el enlace: https://www.indiegogo.com/projects/el-escotoma-positivo#/

Carlos g. García es un buen escritor. Muy bueno diría. Es uno de esos que saben hacerlo, sí,  pero además, ponen alma en el proceso. Construye personajes interesantes, complejos, profundos, y los disecciona con maestría. Aunque en su momento y en su faceta de bloguero cultivó con acierto el humor (humor con cargas de profundidad, no humor intrascendente), las risas que me echaba con sus post y lo que me inspiraban (desde aquellos post suyos y mis consiguientes comentarios no creo haber vuelto a escribir igual; me lanzaban a crear historias a partir de las suyas, con mucho surrealismo, mucha locura y muchas risas), sus historias literarias suelen profundizar en el drama de los personajes, en sus secretos, en sus dobleces. Suelen ser personajes muchas veces doblegados por el horror del maltrato, del menosprecio, por la agonía de la soledad. Y todo eso a veces, lo aguantan esos personajes, lo aguantamos, por un poquito de amor, o al menos, sentirnos así, un poquito queridos, porque piensan, pensamos que, nadie nos va a querer nunca. Con lo poca cosa que somos…

Eso es algo de lo que les pasa a los protagonistas de «El Estocoma positivo«.

Por cierto, «escotoma» es una enfermedad de la visión, una mancha en la retina, que puede ser permanente o temporal, y por la cual no podemos ver todo el campo de visión.

Y nada más.

Como resumen, os pediría que apoyarais a Carlos g. García en este nuevo proyecto. Creo que merece la pena.

 

Feliz año 2016.

Es una pena. Como siempre tengo demasiadas cosas para publicar por Navidad y el tiempo es el que es. El año pasado lo alargué por eso de que los relatos no quedaran a medias. Este año, no empezaré con más relatos navideños. Quedarán para otra ocasión. No sé si el año que viene estaré todavía por aquí por estas fechas, así que quizás estas historias queden para siempre en un cajón, o a lo mejor, al final los leeréis en mayo. O dentro de un par de meses, vete tú a saber.
Quiero dar las gracias a Adri, por haber cuidado el fuerte durante mi ausencia. Lo ha hecho genial, mejor que yo. Debería dejarle el blog a él. Pero se ha enfadado mucho cuando se lo he dicho. Por cierto, me dice que os aclare un par de cosas sobre él, que ha habido alguien que ha escrito al correo del blog negando su existencia. Pues no, Adri existe. Ya es hora de decirlo. Él se lo merece. Algunos cuando me han preguntado, siempre he dicho que no, que no es real, que era fruto de mi imaginación. Pero bueno, cuando Adri me escuchaba decir eso, parecía que lo sentía como si me avergonzara de él. Estos días he pensado mucho en este tema. Así que ya es hora de que digamos que Adri es real. Y os puedo asegurar que es un chico maravilloso, a pesar de que me haya puesto ligeramente los cuernos en mi ausencia. Pero no puedo quejarme, porque ya sabía lo que Adri era cuando se quedó en mi casa y nos amamos por primera vez. Cuando me robó el corazón sabía ya lo que podía pedirle y lo que no. Eso no quita para que se lo haga pagar durante unos días y le cueste sudor y lágrimas hacerse “perdonar”. Cuando lea esto, seguro que se me pone en jarras y con los morros estirados. Pero como se ha ido a otra de esas chapas VIP como las llama, de todo el fin de semana y algo más, pues tengo un par de días de margen.
Estoy contento de como ha quedado este año la Navidad en este blog.
Como ya os dijo Adri, me fui a pasar unos días aislado de todo. Ha estado bien, pero corto. Estoy barajando la posibilidad de alejarme de todo y de todos durante un largo tiempo. Debo pensarlo bien, porque no soy rico. Estaba esperando una gran oferta editorial o de otro tipo que me permita afrontar con una seguridad económica esta nueva etapa, pero eso sí que es ficción, no mi pobre Adri.

Espero que las historias que os voy a contar en los próximos meses os gusten. Están llenas de pasión, de amor, de dolor y de risas. De cosas que parecen pero que al final son otra cosa. De personajes ficticios que parecen de verdad. Espero que las disfrutéis. No olvidéis que si queréis contarme alguna historia, estoy dispuesto a escucharlas. El correo del blog está en un lateral.
No quiero aburriros más. Quería aprovechar este post para agradecer a Iván y a Pere sus colaboraciones para esta programación especial de Navidad. Y quisiera agradeceros a todos los que pasáis por aquí, eso precisamente, que estéis por aquí. Espero que las historias que saldrán los próximos días os gusten.
Y claro, Feliz año 2016. Creo que no os lo había dicho. Y creo que Adri tampoco. Mucha palabrería pero se le ha olvidado lo principal. Os deseo también que este espíritu navideño que nos ha invadido estas fechas, se traslade a cada día del año. ¿Lo habéis pasado bien?
Muchos besos a todos. Envueltos en abrazos.

Hagamos algunas cosas. Por Navidad, ya sabéis.

Hagamos algunas cosas. Por Navidad, ya sabéis.

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Estamos otra vez en Navidad. Creo que deberíamos hacer algo especial. Toca.

Tenemos por un lado la propuesta de Adri. Una Navidad terrorífica. Música de miedo o cortos de miedo. O relatos de miedo.

Por otro lado, creo que debo ceñirme un poco a la tradición y proponeros que me enviéis canciones navideñas o en todo caso especiales para vosotros. Y también que hagáis algún relato, o cómic, o cualquiera otra expresión artística. Espero que no os cortéis y me mandéis vuestras cosas. El correo está en el lateral.

Empezamos enseguidita. O sea que espero vuestras cosas.

Para ambientar, siguiendo otra tradición en este blog, una canción navideña distinta y que me encanta. Creo que la he puesto casi todos los años. «The Pogues and Kisrty MacColl» cantan «Fairytale of New York».

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Por cierto, también estaría bien fotos de vuestras ciudades vestidas de Navidad. A ser posible hechas por vosotros.

¡Vamos! Hay que ponerse al tema. Ya es Navidad en «El rincón de tatojimmy».

Seguimos con verdades o mentiras.

 

La ficción es buena para contar casi todo y hacerla llegar de una forma más directa. Yo escribo ficción. Casi todo mi blog es ficción. Ni siquiera los personajes que llamo como yo, son reales, aunque alguno tienda a pensar que si un personaje en mi blog se llama Jaime, estoy contando mi vida. O si escribo en primera persona. Como piensan que, si llamo a un personaje Saúl, estoy hablando de Saúl. O Borja. O Aarón. O si lo llamo Ricardo, piensan que si tengo un amigo que se llame así, estoy contando su vida. Adri no es real, o sí, porque habrá Adris en la vida, pero no viene a celebrar mi cumpleaños conmigo a casa. En ese sentido no es real. Pero dice cosas y da voz a otras personas que sí lo son. Y se expresa de otra forma.

Y si llamo a un personaje Sonia, no estoy hablando de mi Sonia.

El otro día Luis hizo un comentario en un post antiguo sobre Areko Martiánez. Areko dibujaba, me imagino que lo seguirá haciendo aunque no lo comparta con la gente. Sus dibujos estaban tomados muchas veces de fotografías provenientes de estudios de porno. Incluso hizo alguna versión de un par de fotos de Biron, y el mismo Biron le agradeció su versión.

Luego él se inventaba una historia que en general, protagonizaba. Yo creo que todos sabíamos eso. Yo incluso alguna vez he publicado las fotos originales y sus versiones. Luis está muy enfadado… dice incluso que son Photosop. Eso no lo creo, porque a veces sus versiones no son exactas al original. Yo he intentado alguna vez hacer alguna versión de las fotos que tengo, y no me ha dado el resultado que yo buscaba, ni parecido al de Areko.

Hay dibujantes que lo hacen al natural, los hay que tienen en fotografías su modelo, e incluso existe la técnica de la calca, con papel cebolla. Bocetan sobre el original y luego perfilan y dan volumen y vida. Por cierto, quién diga que eso de la calca es muy fácil, le invito a que coja cualquier foto y la calque con un lápiz. E intente dar vida a ese dibujo.

Un tío mío, pintaba con paleta, y pintaba teniendo como modelo fotografías. Se recorría Euskadi, la tierra de mi tía, o la suya, Castilla la Mancha, sacaba fotos y luego pintaba esos paisajes que antes había fotografiado.

Así que lo hiciera como lo hiciera, creo que algún mérito tendrá.

Areko y sus dibujines no nos ha costado llorar por él como una desgracia, ni preocuparnos porque no puede casarse, o porque haya muerto su amigo del alma, o porque intenten asesinarlo unos traficantes de droga, como otras historias en las que nos hemos implicado.

Pero… claro, no siempre leemos todo con atención. Ni las etiquetas de los post, ni sus categorías, ni leemos todo, todo. Y cuando lo leemos, aún así nos la meten. Porque a veces vamos con una idea, y no nos desviamos de ella. O porque necesitamos que eso sea así, y no como es en realidad. O porque sencillamente, nos la meten.

En el caso de Areko, evidentemente si no conoces la historia de las fotos o su procedencia y te crees que son los chicos con los que Areko y su pareja se lían en su casa, si un día te encuentras con esas fotos en otros blogs con el anagrama del estudio de procedencia, evidentemente, puedes llevarte una gran decepción. Pero a lo mejor, en ese caso, lo importante era el personaje creado, y no exactamente la persona que lo escribe. Y para mi gusto, los dibujos que hacía, utilizara la técnica que utilizara, tenían encanto.

Cuidado, que puede que sus historias fueran reales, solo que no las protagonizaran los chicos de sus dibujos. Pero, eso, creo que no era lo importante. Yo a veces ilustro mis relatos con fotografías de modelos que no tienen nada que ver con la historia. O incluso muchas veces, veo una foto y me imagino una historia alrededor de ella.

En fin. ¿Verdad o mentira?

Quizás la finalidad sea lo que cuenta. O los modos. Areko no pedía que te implicaras con él, pedía que miraras sus dibujos y disfrutaras con sus historias. Este grupo de “Audiovisuales”, pedían que te implicaras, que estuvieras a las 6 de la tarde para ver la boda del supuesto padre con el supuesto novio, supuestamente mucho más joven. Pedía tu implicación emocional, aprovechando que hay casos así, y casos mucho más sangrantes en este mundo de Dios, que aunque camina, no lo hace al ritmo que todos desearíamos. Para muchos hombres y mujeres que se sientan gays, será tarde, salvo que el azar les sitúe en la misma dimensión espacio-tiempo con alguien o con algo especial que le empuje a tomar otros caminos y ver el futuro con esperanza. Y no solo me refiero a gente con una cierta edad, sino también a personas, hombres y mujeres, jóvenes. Yo conozco casos de chicos jóvenes, en España,  que no tienen las fuerzas necesarias para enfrentarse a su mundo y ser como son.

Yo pretendo que leas mis historias, que te emociones con los personajes, y a lo mejor que pienses sobre ellos. Puede ser que te sientas identificado y eso te haga sentir un poco mejor. Si un día acierto y sucede eso, ¡Albricias!

Y si te compras mi libro, mucho mejor. Esto último es broma. ¿O no?

Hagamos preguntas:

¿Cuánto de verdad ponemos en nuestras amistades virtuales?

¿Cuánto de verdad contamos a nuestros amigos?

¿Hay alguien que no se ha dado cuenta que un amigo virtual es totalmente ficticio?

¿Hay alguien que no se haya dado cuenta que un amigo real es más falso que las pesetas falsas? ¿Que nos la ha metido doblada teniéndonos horas y horas hablando sobre una situación que es totalmente adulterada?

Si tu respuesta es que no… a lo mejor es que todavía no lo has descubierto… siento ser tan pesimista al respecto.

¿Verdad o mentira?

Os invitaré a mi boda con Adri. La emitiré en streaming. Espero asistáis. Incluso os mandaré un trozo de tarta by streaming. El regalo, os rogaría, me lo enviarais por correo ordinario, o en su defecto, por transferencia bancaria.

Muchas gracias por anticipado.

¡Vivan los novios!

Desgarro sobrevenido

Hoy he entendido como se puede echar de menos a alguien de manera agobiante e insostenible. Por mucho que a veces intentes meterte en la piel de los sentimientos de los demás, hay sensaciones que no logras alcanzar en toda su profundidad. Escuchas a la gente, ves la televisión, escuchas la radio, o lees casos en que alguien no soporta la falta de alguien querido y desea morir también. ¿qué sensación de vacío deben sentir? ¿Se puede sentir algo tan grande y profundo?

Hasta que te toca, o hasta que se produce una señal que da rienda suelta a esos pesares y salen en ti, en tus poros, en tus terminaciones nerviosas, en esas que la ciencia no puede explicar o lo hace de manera un poco torticera y mediocre.

Cuando alguien se muere, alguien cercano, querido, una parte de ti se rompe, se pierde. Es la parte de tu existencia que has compartido con ella. Si has compartido muchas cosas, si mucha de tu existencia vital ha estado marcada por ese ser, ha sido tu centro, su falta se puede hacer absolutamente insoportable.

El olvido suele ser una medicación pertinente y adecuada para estas situaciones. Pero no siempre logramos olvidar lo que necesitamos. La mente no es algo que por mucho que queramos, no domeñamos a nuestra voluntad, al menos en todos los momentos. Parece que lo has conseguido, pero pueden llegar de improviso pequeños flashes que nos ponen otra vez en las circunstancias que nos llevan a un estado de soledad inconmensurable ante la pérdida de esa persona querida.

Y con un flash de un segundo, es suficiente.

Puede ser un recuerdo, una fotografía, un simple papel escrito con su letra lo que produzca que los pilares de tu nueva vida, construidos con trabajo y esfuerzo en el olvido, se derrumben y te causen una angustia terriblemente destructora.

Hoy puedo decir que, aunque ya han pasado algunos meses de mis pérdidas, que estoy destrozado como el primer día. O quizás más, porque esos primeros momentos siempre son un poco de zozobra de despiste, de hacerse al lugar, a la idea a la ausencia; las cosas no están del todo claras en la cabeza, y tienes siempre un toque de irrealidad, de estar viviendo alguna de tus vivencias imaginarias. La realidad y la ficción de tu mente, no están aun claramente delimitadas, superadas por el dolor y la estupefacción que te causa la pérdida de tus “amores”.

Quizás mañana será otro día, o a lo mejor no. Pero lo que está claro es que hoy entiendo a algunos que no pudieron continuar con su vida, echando en falta la vida de otras personas.

Como duelen algunas cosas. Como cuesta cambiar los clichés que te has visto en la necesidad o en la devoción de llevar a cabo, cuando estos desaparecen.

Alguna vez he sentido que de alguna forma, seré recompensado por el destino tanta entrega o tanto amor, o tanta consideración con las personas, con los queridos, o con los compañeros. Pero empiezo a dudad en que el destino premie de verdad a la gente sensible.

Qué triste esperar algún premio por no ser malo.

Y ya.

El silencio volverá a ocupar la noche, esta noche, y el sueño suturará el desgarro que hoy he tenido en mis entrañas, mis entrañas emocionales. O eso espero por mi salud mental.