Querido Daniel:
Espero que estés bien al recibo de la presente. Hace tiempo que no charlamos en profundidad. Y eso es algo que debemos corregir, Daniel. Sip.
Recuerdo cuando hablábamos cada semana. Estabas en “La Radio de Julia”, con Julia Otero. Hablabas de cine con Eduardo de Vicente. Que bonito era escucharos hablar de las pelis que se estrenaban. No me hacíais mucho caso, pero yo también participaba. Me encantaba tu risa, y esa pasión con la que defendías el tipo de cine que te gustaba.
También charlaba contigo todos los meses, pero en Fotogramas. Esta vez charlábamos, tú, tu tío Jaume Figueras, y yo. Me reía mucho con vosotros… los dos grandes amantes del cine, pero con gustos tan dispares. He perdido el contacto con tu tío… me encantaría leer lo que le parecen tus pelis…
Oye, pues que fui el otro día a ver “Celda 211”. Has hecho un peliculón, tío. Pero un peliculón. Espero que en los Goya se vea recompensadas todas las muchas virtudes que tiene tu peli. Lo vas a tener difícil, porque me temo que si alguien no lo remedia, va a ser el año de Ágora. Pero mira… Luis Tosar creo que tiene un Goya, y el chico nuevo este… Alberto Ammann, otro. Por cierto… ¿dónde encontraste a ese chico? Me ha sorprendido… pero gratamente. Primero porque ha construido un papel difícil. Para mi gusto más difícil que el “Malamadre” de Luis Tosar. Y después, porque me ha enamorado. Anda, pásale el teléfono para que me llame y tomemos café… ¿sí?
Pues el otro día, cuando vi “Celda 211” me he reconciliado un poco contigo. Sip. No, no es que no me guste el cine que has hecho hasta ahora. Por cierto, tu anterior peli no la he podido ver. Espero que tengas a bien enviarme un DVD para poder disfrutarla con algunos amigos en casa. O en algún apartahotel… jijijiji. Aunque, sabes… pero no se lo digas a nadie, últimamente a todos los que escucho eso de “he quedado en casa para ver una peli” cuando dicen “ver una peli”, quieren decir… ¡¡¡vamos a jugar a los médicos!!
Sip.
Me lío… y además estas cosas me imagino que no te importarán un pimiento, querido Daniel. Estábamos en las reconciliaciones. Sip.
Nunca te he contado que una de las pelis que más me decepcionó fue “El Corazón del Guerrero”. Porque me pareció una historia muy buena, entretenida… pero le sobraban 20 minutos. Justamente los 20 minutos de protagonismo de Santiago Segura, o de ese chico bajito que vino a tu peli directamente de “El Milagro de P. Tinto”… no me acuerdo como se llamaba… en fin. Estropeaba toda la peli. El ritmo. No aportaba nada, bajo mi humilde opinión, a la historia. Quizás tu productor en aquella ocasión consideró también que el Segura te iba a traer espectadores… y a lo mejor te los llevó el primer finde, pero luego te los quitó todos de golpe en el segundo.
Había escuchado antes de ir al cine que te habías columpiado con el papel de Antonio Resines. Que estaba fatal y esas cosas. Y yo pensé… “Daniel otra vez ha puesto a sus amigos, y la ha pifiado”. Pero fíjate que el Resines me ha gustado. Pero por mucho que queramos, algunos siempre verán en él a uno de los Serrano. Y nada más. Y creo que es un hombre que si le llamaran los directores de reparto para más papeles dramáticos, viviría una segunda juventud, porque muchos acabarán por descubrirle en este tipo de papeles.
Y me he reconciliado porque has hecho una peli con una historia que puede ser más o menos trillada en el cine, el tema de los motines carcelarios, pero has conseguido aplicar un ritmo en toda la peli que no decaiga. Has conseguido medir el suspense, para que ocurran cosas siempre que nos puedan sorprender. Has utilizado la “vista atrás” y la “vista adelante”, en pequeñas píldoras, que hacen que te vuelvas loco pensando por dónde nos quieres llevar, o para acentuar los extremos a los que se ve abocado el personaje de Alberto Ammann. ¿Te he dicho que este chico está genial? Uffffffff…
Yo no sería yo, hablando de cine, si no te pusiera algunas pegas, ya me conoces. Las escenas de la poli, las encuentro pelín irreales. Y las cargas policiales, creo que a partir de ahora enseñarán esas escenas en las academias de policía para que aprendan cómo no se debe actuar. Sip. Y algo de lo que le ocurre al personaje de Marta Etura, es creo de lo que si se puede prever en la historia de “Celda 211”.
Por cierto… que conjunto de secundarios… madre mía. Me vas a dejar que haga un poco de hincapié en Manuel Morón, y en Carlos Bardem. Magníficos los dos. Al primero, todavía no le he perdonado desde “El Bola” pero bueno… ejem… que medida en el gesto…que contención… y me vas a dejar que, hablando de Manuel Morón, que te felicite efusivamente por la escena final. Grandiosa.
Estoy repasando la carta y parece que paso sobre puntillas sobre el personaje de Luis Tosar “Malamadre” Creo que está sensacional. Pero… como todos hablan de él, y es al que te has llevado de promoción por ahí… pues tocaba hablar de otras partes menos citadas en los medios. Aunque, y no es porque el chico este nuevo me haya enamorado, su personaje me parece más difícil de construir, por la evolución, por los matices.
Aunque si me tengo que quedar con una escena de Luis Tósar, con Carlos Bardem, un juego de miradas… casi al final… ¡sensacional!
Querido Daniel, te voy a ir dejando. Solo decirte que he recomendado a todos mis amigos que vayan a ver tu peli. Espero que siga muchas semanas en lo alto de la tabla de pelis más taquilleras. Se merece hacer mucho dinero.
Por cierto, espero que ya estés preparando una nueva historia. Y que conste que no he hablado de tu co-guionista, por no tener que escribir su apellido. Guerricaechevarría. Se lo robaste a Alex de la Iglesia… ¿eh?
Pues ahora sí que sí.
Recibe un cordial abrazo.
tatojimmy.
PD: El trailer.