En esta ocasión nos presenta a Michael McElroy. Con ese cuerpo menudo, esa mirada profunda y esos ojos oscuros, penetrante, mirada dura, contundente, pero a la vez insinuante, acariciadora. Esos labios carnosos, voluptuosos. ¿Para quién será esa flor? me pregunto.
Michael McElroy.
Como siempre es de agradecer que Biron me mande sus trabajos para compartirlos con vosotros. Y que esté atento también a las propuestas que hacemos y participe. Así lo hizo en la I Semana de la música, y así lo ha hecho en la I Semana del chico guapo.
Tiene 28 años. Nació el 14 de noviembre de 1.986 en Vancouver. Cabello castaño y ojos entre azules y verdes que acompaña de esa mirada en general lánguida pero a la vez, fuerte.
Con un poco de suerte te mira desde arriba, con sus 1,88 cm. de alto.
Además resulta que es fotógrafo. Y no es malo. Compruébalo pinchando aquí y yendo a su web. Si un día me animo, le pediré permiso para sacar algunos de sus trabajos como fotógrafo. O a lo mejor él me envía algunas fotos de las que saca a sus compañeros masculinos.
Mientras aquí, celebramos sus trabajos como modelo.
Esta quedando genial esta I Semana del chico guapo. Claro, como no me lo decís ninguno, me lo tengo que decir yo mismo, para animarme. Y no me has mandado a tu chico favorito… desde luego…
Y para acabar, la I parte del diario de un modelo, que hizo Marcel Castenmiller hace un par de años.
Nació en Gales. El 30 de mayo del 87. Mide 1,88. Y es músico también.
Pelo castaño claro y ojos marrones.
Y efectivamente os he dicho antes que Matthew Hitt, a parte de modelo, es músico. tiene una banda que se llama The Drowners, y suena así.
.
.
Matthew, por lo que he visto por ahí, en los vídeos de su banda, cuenta siempre con compañeros de pasarela. Compañeros y compañeras. Así que debe ser buen tío que mueve montañas. En este vídeo, así de pasada, aparece otro modelo muy conocido, Marcel Castenmiller, al que habrá que dedicar un post.
Por último deciros que Matthew Hitt fue candidato en alguna de las elecciones que hicimos. Así que si pincháis aquí, podéis ver algunas fotos más.
Se llama Lee Soo Hyuk. Es modelo y actor, surcoreano. 1’84 de estatura y 25 añitos cumplidos en mayo.
Este chico me gusta mucho. Diría incluso que a día de hoy es algo así como “mi amor platónico” coreano (con permiso de los maravillosos Kang Dong Won y Sung Jin Park, que igualmente tienen la extraña habilidad de quitarme el sueño, o de hacerme soñar, según se mire). Creo que lo que más me gusta de él y que para mi le hace ser un chico muy especial, es que físicamente no me parece precisamente el típico modelo de belleza ideal. Más bien lo veo algo irregular, desgarbado, con la nariz un poco desproporcionada, las orejas medio de soplillo y según se mire, con poca ropa se da cierto aire a pollo desplumado (o a necesidad urgente de bocadillos) que resulta hasta curioso. Sin embargo tiene ese atractivo misterioso que sólo unos pocos poseen. Un algo especial que atrapa y seduce a quien le mira, y que lo hace infinitamente más deseable que otros muchos chicos de caras bonitas y cuerpos perfectos.
Este chico era uno de los modelos más abiertos y volcados con la gente. Siempre divertido, con sus muecas, posando para cualquiera y con cualquiera, fans, amigos, otros modelos. Con su facebook, su instagram, su canal en youtube y otras redes sociales.
Hasta que le dieron en los morros.
Un día decidió enamorarse de una famosa con pedigrí. Nada más y nada menos que de Paris Hilton. Y ahí dejó de ser un modelos divertido, con un caché en ascenso, bromista, accesible. Le dieron en los morros varias veces y no le quedó más remedio que dar un paso atrás. En un plis-plas, los elogios se cambiaron por críticas. De ser majo y simpático, a distante y altanero.
Echo de menos a ese River de antes. Era un chico con el que sí te podáis imaginar tomando un café y dando un paseo hablando de todo. No es que en realidad eso pudiera pasar, pero, por su forma de ser, te lo podías imaginar. Ahora me imagino que eso ya sería un algo tan inalcanzable como hablar con Leonardo DiCaprio.
Ahora ya, hasta sus trabajos como modelo son más espaciados.
Yo abogo porque River vuelva a trabajar a destajo. Y vuelva a su muecas y a sus sonrisas. Y ¡coño!, abogo porque me invita a un café y demos un paseo por Madrid, charlando. O que venga a Burgos, que le enseño la catedral.
Y prometo que River, seguirá saliendo en «el rincón». Para mi próximo libro a ver si posa para la portada. Por soñar… que no quede.
Por cierto, he estado buscando un vídeo de su canal, de «Spanish mafia» y bueno, otro efecto colateral de su nueva vida, es que ha borrado el canal. Así que no os puedo poner uno de esos vídeos. River, por favor, te lo pido yo, déjame esos vídeos, que eran divertidos.
¿Me hará caso? Bah, que va.
Otro vídeo: el River Viiperi que más me gusta en su salsa.