Manuela.

El otro día, en el blog, en el otro blog, pues hizo Josep un juego de palabras con manolos, y me acordé de Manuela, la gran Manuela.

Y claro, está la canción de Julito. Manuela. con otra lectura, es muy interesante. Con el sentido figurado de… Manuela.

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Y aquí os dejo otra versión de «Manuela». No es la misma canción ¿eh? Pero sí es el mismo sentido figurado de Manuela.

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¡Disfrutad de la vida!

Es el día, ohé, ohé, ohé.

No viene la inspiración.

Hoy es un día importante. Los jugadores de la roja respiran hondo, y se ponen los cascos con su música relajante. A lo mejor entonan cantos todos juntos como ese “a por ellos, ohé, ohé”, pasearán quizás inquietos por sus habitaciones, o echarán la siesta, vete tú a saber. O se pondrán a caramelos pinfos, porque a lo mejor matan los nervios con los caramelos.

Es un día en que pueden hacer historia. En que pueden levantar a todo un país de los asientos, un país llamado España. Pueden llenar las plazas y calles de fiesta, de algarabía, los coches tocando el claxon, las banderas ondeando por doquier, las caras pintadas de amarillo y rojo, ohé, ohé, ohé. Los hombres y mujeres abrazados sin mirar a quién, llenando de besos las caras que tienen más cerca. Los ojos llenos de lágrimas. Ohé, ohé, ohé.

Las actividades públicas se modifican en función de la hora del partido. Las corridas de toros se adelantan, los fuegos artificiales se retrasan. Las cenas se cancelan si no hay una televisión delante, o detrás, se queda en función del tamaño de la televisión del bar, ohé, ohé, ohé. ¡tres cervezas por 2,00 € durante el partido! Ohé, ohé, ohé.

Es la conversación en el ascensor, en la cola de la pescadería, en los baños de la oficina “Vamos a arrasar”, dice Floren mientras hace un pis. “Dos cero”, dice Ernesto, mientras se atusa el bigote delante del espejo. Ohé, ohé, ohé. ¡Unos mataos! Exclama Joel, el cenizo de la oficina. El resto hacen de cruces para espantar el mal de ojo.

Hoy puede ser el día en que las parejas reencuentren la pasión por el sexo. Hoy pueden ser concebidos muchos niños que nacerán contentos dentro de 9 meses y unas semanas. Puede ser día de orgías de alcohol y sexo. Es el día en que todos hacen porras y se juegan unos durillos. Y algunos se harán porros.

Todos tienen algo que hacer. Ver el partido. Sentir el partido. Comentar el partido. Cristiano al paredón, ohé, ohé, ohé. ¡¡Messi for ever!!

Así que con todo este entorno, este ambiente, cualquiera se pone a escribir sobre amor, o sobre historias imaginarias llenas de magia, de sentimientos, de palabras bonitas… aunque claro, siempre podría escribir un relato que se titulara “A por ellos, ohé, ohé, ohé”.

Lo dicho, la inspiración, hoy, la doy por perdida.

 

Leñe. ¿Habéis visto el vídeos? ¿Y si desapareciera hoy el equipo? ¿sin dejar rastro?

Mira, eso si tiene una historia.

La contra-crónica del día en que ganamos a Francia en la Eurocopa.

Hoy ha habido partido de España en la Eurocopa. He mirado por la ventana varias veces y apenas he visto pasar a dos personas que estaban paseando despreocupadas a dos perros. Quizás estaban ligando a costa de los perros. Paseando a los perros de cada uno también se liga. Los perros juegan, los dueños… también juegan. Ahora que lo pienso, debería ir a la Protectora de animales y hacerme cargo de uno de sus perros abandonados, así a lo mejor mi Príncipe aparecía de una puñetera vez. Aunque posiblemente el chucho sería la mejor compañía a la que puedo aspirar…

El parque infantil que hay en frente de mi casa que un día como hoy, caluroso pero sin pasarse, debería estar lleno, no tenía ni un solo niño.

Los vecinos de abajo han gritado gol.

Recuerdo al vecino de abajo en la semifinal de la Champions cuando Sergio Ramos tiró ese penalty que fue a hacer compañía a los ángeles del cielo, la de improperios que le lanzó al pobre chico. Era como si estuviera a mi lado, lo escuchaba así de bien. No, no repetiré sus palabras, que estamos en horario infantil. ¿Algún niño en la sala? Vale, pero por si acaso.

¿Hay alguien en la sala?

El otro día debían llegar a 15 las adhesiones inquebrantables, y solo fuisteis 5 los que dijisteis que no podíais vivir sin mí. Faltan 10. Estoy triste por ello. Muy triste. Compungido, diría incluso.

Me fui de casa antes de que España marcara el segundo gol. Fui al cine. Éramos tres en la sala. Para ver a Mario Casas creo que eran unos veinte. Perdón, “unas” veinte. No está mal. Pensaba que iba a ver la película en soledad. No está mal un sábado a las 22,45 hora zulú. Todas las tiendas cerraban con más pena que gloria. Los cafés. La hamburguesería. He ido a esos cines, pensando que habría poca gente, pero no tan poca. Esto del fútbol va a más.

Y al salir, todavía había menos. La taquillera les explicaba a las dos únicas personas que intentaban ir al cine que si no había nadie, la película se cortaba a los 10 minutos. No sé para que se lo explicaba, porque no lo han entendido y creo que hasta les ha molestado, tampoco entiendo muy bien por qué. Todo parecía como… como esas películas en que un ataque alienígena ha devastado a la población y los supervivientes se pasean por el centro comercial de turno para coger unas pocas viandas con las que sobrevivir en las próximas horas. Todo vacío, las papeleras llenas, los suelos sucios… como si hubiera habido una estampida al grito de “marica el último”.

Todos debían estar bailando y bebiendo para celebrar que la pérfida Francia ha caído frente a la Roja. Y encima los franceses insultándose y pegándose entre ellos, y llamando Hijos de puta a los periodistas… estos chicos que parecían tan civilizados a los que a veces parece que deberíamos tomar como ejemplo de todo. Y mírales… qué lástima. No saben ni comportarse. En todos los sitios cuecen habas.

Por cierto, madrileños de pro, un breve inciso. ¿Alguien ha ido a ver “Follies” al Teatro Español?

Los 45 millones de entrenadores de fútbol que hay en España, estarán ahora puliendo su crónica del partido. Estarán estudiando si el planteamiento de Del Bosque ha sido bueno, o no. Hemos ganado y a este pobre hombre que es humilde y sencillo, educado y buena persona, posiblemente le dejaremos vivir unos días más, antes de acribillarle si osa perder. Es alucinante como la gente olvida que ese hombre tan así nos hizo campeones del mundo, que era una cosa que nadie esperaba con una cierta lógica. Y que hasta hace 6 años, casi nadie soñaba siquiera.

Me cae bien Del Bosque.

Y nada más, ni nada menos. Esto es la contra-crónica del día en que nos clasificamos para la Eurocopa del 2012. Que ganamos a Francia por primera vez en competición oficial. Que Xabi Alonso jugó su partido 100 con la selección, y que marcó un golazo impresionante, y otro golazo un poco menos impresionante. Es la contra-crónica, de lo que nadie más ha visto, porque el 80% de la población estaba viendo el partido. Otro 10 % estaba oyendo el partido. Y el otro 5% estaba atendiendo a los que veían el partido en los bares, terrazas y demás antros de perdición. Y la taquillera del cine, y la de las palomitas, y el que me ha cortado la entrada, pero ese hacía trampa, que tenía un teléfono de esos muy listos en el que puedes ver la tele, que yo me he fijado mucho, aunque el chico lo ocultaba con todo su empeño.

Y los restantes 4 gatos, somos nosotros.

Hay días en que me pesan mis rarezas.

Ains.

Pero si queréis, aún todo lo dicho, si queréis entramos a analizar el partido. Qué lo mismo que me puedo imaginar una bonita historia de amor sin acordarme ya de lo que es vivirlo, puedo imaginarme el partido perfectamente. Y total, si todos son entrenadores, no veo por qué yo no voy a ser otro entrenador más.

He dicho.

Por cierto, no sé si debería hablar un día de la Carbonero… pobre chica…

Y no me resisto a nombrar a este chico, Cristiano… hay dos mujeres tirándose puñales a la cabeza por sus huesitos, famosas las dos, modelos las dos, guapísimas las dos… que bonito ahí en el barro que se peleen por uno. Ahora debería salir Cristiano y decir: “Soy gay”. Sería acojonante, la debacle. Y en la misma declaración que nos presente a su novio: Mourinho. ¡¡Ja!! Acojonante. Pero que no os extrañe, torres más altas han caído.

Otro por cierto, antes de hacer cambio y corto definitivo: a ver si a alguien se le ocurre un vídeo o una foto para este post. Venga que hoy estoy un poco desanimado. Y así parece que me echáis una mano. Qué no se diga.

😛

Ya no quiero café «con los dioses del Olimpo».

Sip.

El otro día me hizo pensar Peace for ever. Me hizo un comentario en algún sitio. Prometió darme explicaciones alrededor de una buena mesa llena de viandas maravillosas (esto creo que me lo acabo de inventar), pero como posiblemente tardará en llegar esa oportunidad, me puse a cavilar. Sí, es cierto, a veces pienso. Pensar, sabéis no es algo que la gente no haga normalmente. Lo que pasa es que muchos pensamos mal: ese es el problema. Pensamos sandeces, llegamos a conclusiones vulgares y llenas de errores de percepción y de elaboración… pero pensar, pensamos.

Decía que me puse a pensar un ratito, y me di cuenta de que Peace for ever tenía razón, sin conocer sus argumentos. Parece que estoy aquí como esperando que los dioses del olimpo me llamen y se paguen un café. Esperando que bajen el dedo y decidan dedicarme un minuto de su tiempo. Como si por ser guapos y jóvenes, y tener una profesión guay, o ser ellos muy guays, los pobres mortales debamos esperar un amable gesto de ellos y honrarnos con su atención.  Unos se creen guays por su belleza, y otros por otras cosas… en fin.

Así que se acabó. Ya no espero el café de estos chicos monos. Aquí yo soy el Rey, y no me apetece tomar café con ellos. A partir de ahora yo elijo la compañía.

¡Hala!

Otro día me recordáis que hable de la belleza, de la dictadura que ejerce.

Un dibujito…

… para dar envidia a los que no tenemos alguien para compartir estos momentos… de… de… de lo que sea.

Pero siempre podemos soñar con que, este momento… llegará… como las golondrinas… como las cigüeñas… que siempre acaban por llegar…