El mundo ¿se va al carajo?

¿Merece la pena luchar?
¿Qué es el futuro? ¿Existe?
El otro día veía correr a los bisontes en el parque Yellowstone, huyendo de algo que ellos solo saben lo que es. Ya se conoce que los animales son sensibles a las catástrofes. Salen corriendo mucho tiempo antes de que lleguen las enormes olas de un txumani, corren antes de que erupcione un volcán… se resguardan antes de una tormenta…
Estos bisontes corrían en fila india y por el carril derecho de una carretera. Cumpliendo las normas de circulación. Viendo el programa de Iker Jiménez, me quedé tranquilo porque contaban que en el parque del Oso Yogui, en el subsuelo, había como una enorme cámara llena de magma que cualquier día explotará, pudiéndonos mandar a todos a freír espárragos. La última explosión de esa bomba natural mandó algunas rocas a Europa. “Que las hemos visto y catalogado”, dijo uno de sus colaboradores. Esto me dejó mucho más tranquilo. A esa tranquilidad sin duda contribuyó de forma decisiva el comentario de uno de estos colaboradores sobre que en Indonesia había explotado una cosa así también y había supuesto la casi extinción del ser humano. “Quedaron cuatro, pero tranquilos que fueron capaces de repoblar el planeta”. Estupendo.
Bueno. Ya me imagino protagonizando una de esas películas de tragedias. Solo, perdido en una carretera abandonada, con la mirada igual de perdida en un horizonte inalcanzable.
Por otro lado, los científicos nos recuerdan que eso del calentamiento, nos va a joder bien, con una cierta rapidez, porque como que… que no, que seguimos mandando mierda a la atmósfera y que esto no hay quien lo pare. El deshielo de los polos, la subida de las aguas de los mares… los desastres naturales, inundaciones, terremotos, sequías, volcanes en erupción…
Menos mal que el petróleo se acabará en unas decenas de años. ¿Qué guerras provocará el cambio de sistema? Los rusos parece que se están entrenando… los sirios siguen a la greña con una saña espectacular, África en general se muere de hambre, y los que no mueren, se matan entre sí.
Tenemos también a valorar el tema de la luna sangrante. Una alineación de la luna el sol y la tierra que sucede de vez en cuando, y casualmente… ¡joder!, que pasan cosas raras cuando sucede. Y nos tocan tres o cuatro en un año.
Ya estoy que no quepo en mi cuerpo.
¿Para qué, entonces molestarse en nada? Si al menos un Príncipe azul llamara a mi puerta… sí, cojones, digo yo que la caída a los infiernos será más agradable con uno que te mire con amor y devoción… morir o deambular por el desierto al menos con un Príncipe y rodeados de azúcar. Salvo si eres diabético.
Aunque luego, claro… cada vez somos más raros, más competitivos, más… “desagradables”. Que aparezca el Príncipe azul y que resulte desagradable. Que sea un criminal, un tramposo, un pisa-cabezas con sonrisa ensayada en el espejo por las mañanas. Creíamos que los españoles éramos los reyes de la picaresca, y que encima, les miramos con admiración. Qué sí, que lo hacemos. Pero no, no solo en España se premia a los tramposos. En el mundo anglosajón están muy preocupados por los que copian en las universidades. Es una moda. Lo decía el otro día un documental de La 2. Casi un 50%, llegaron a decir, copiaban o pagaban para que les hicieran los trabajos. ¡Hasta en Harvard! Hasta los policías de una ciudad de Estados Unidos, copiaron el examen de promoción interna… ¿Cómo te quedas? Es el fin definitivo de los valores. Ya no solo los políticos españoles hacen trampas y se lo llevan crudo. Y nos creíamos especiales… ¡Ja! Los hay en Inglaterra, en Alemania los ministros falsean el currículum, y quién sabe si el presidente de la Reserva Federal en USA, copió los exámenes en la Universidad. O el médico que te atiende en Urgencias o en Anatomía de Grey. Imagínate que hasta House podría haber copiado el examen. La degradación de la sociedad, de los valores… no se tiene en cuenta el tipo de persona que seas, sino lo que ganas y lo que has estudiado y las notas. Una estudio el otro día, lo escuché por ahí, decía que las mujeres nunca se enamorarían de un hombre en paro. ¡Toma ya! Eso es el triunfo definitivo del amor.
Aviso a mi Príncipe, que no tengo un duro. El estudio no decía nada de los gays. Un rayo de esperanza.
Por no hablar de esas bacterias y virus que son inmunes a los antibióticos. ¿Qué hacemos? Si encima la medicina, las medicinas, están en manos de empresas sin muchos escrúpulos dirigidas por personas sin ningún escrúpulo, que seguro copiaron en los exámenes y que miran la cuenta de resultados para decidir qué curan y a qué precio. Con lo que ganan con el SIDA, o con el cáncer… ¿se curarán alguna vez de verdad esas enfermedades? O todas las medicinas paliativas del Parkinson, o del Alzheimer, o de la depresión…
Así que, estoy un poco desanimado. Veo el fin del mundo muy cerca. Y mira, no me atrae nada eso de protagonizar una de esas películas de tragedias y en las que los supervivientes se arrastran por una carretera vacía… y mejor que esté vacía que si te encuentras con alguien, seguro que te quiere comer el hígado o sacar los ojos por conseguir el cortauñas que llevas colgado del cuello, como un tesoro. Este concepto ya lo había expresado más arriba. Sí. Quiero que quede claro. No tengo ganas de arrastrarme por una carretera vacía perseguido por un atajo de desarrapados que quieren comerme asado a fuego lento. Vale, ya es la tercera vez.
Pero es que no quiero… vale, me callo.
Hermanos, cojámonos de la mano y recemos a Yahvé, para que no nos envía otro diluvio universal, aunque en este caso puede que en lugar de agua, caigan piedras del cielo, las piedras del Oso Yogui.
Y sin Príncipe azul… en fin.
¡Oh! Yahvé, ten piedad de nosotros…
Habrá que ir a ver Noé, la película, para coger ideas para poder salvarnos… lo que pasa es que dicen que es malísima.

Y ayer, fui a comprar naranjas para zumo, y había un tío poniendo carteles para vender un libro que dice que «El fino del mundo está cerca» «Arrepentiros de vuestros pecados». La frutera comentaba: «empecé a leer el libro, pero lo tuve que dejar: ¡Qué depresión!». Y encima las naranjas apenas tenían zumo…
No, repito, reitero, que no tengo ganas de ser Vigo Mortesen en “La Carretera”. O Mel Gibson en Mad Max. Vale, lo he vuelto a repetir. Soy cansino, sí.
Y yo que creía que después de superar el problema del calendario maya ya estaría tranquilo para el resto de mi vida respecto al fin del mundo. Los jodidos de los bisontes tienen la culpa de todo.
O tú. A lo mejor la culpa la tienes tú…

Mordiendo, que es gerundio.

Me acabo de quedar mirando como un tonto la pared de enfrente. Y ¿por qué?

¿Tendrá algo que ver con los Juegos olímpicos?

Es que lo anterior a quedarme extasiado con la pared de enfrente ha sido mirar las fotos de las deportistas españolas que han ganado medalla y que siguiendo no sé que tradición no escrita, o escrita e ignorada por mí, o arraigada petición de los fotógrafos, muerden las medallas para comprobar que no son de pichiglas. Lo cual es una bobada porque en realidad no son de oro, ni de plata, ni de bronce. O al menos no lo son en una gran proporción, como mucho un bañito y santas pascuas.

Por eso no entiendo lo de morderlas. Vale no son de chocolate. Pero… tampoco valen una mierda. Y se me ocurre otra pregunta ¿Tan poco nos fiamos? Tú, si tú… ¿te fías de alguien o algo? ¿Me fías unos miles de euros?

¡Ah! Vale que a lo segundo que no… que no te fías-me fías. Bueno, oye debía intentarlo.

Después de tener este pensamiento viendo las fotos de nuestras deportistas ganadoras me he quedado en blanco mirando la pared…

Vale, ahora me he quedado otra vez en blanco…

Casi a lo mejor me voy a la cama y a lo mejor, en sueños se me ocurre y/o recuerdo a dónde quería yo llegar. Si es que quería yo llegar a alguna parte. Quizás me ponga a soñar con que gano una medalla en las olimpiadas (ufff, solo de pensarlo ya me duele todo el cuerpo) y vea a qué conclusión llego, o si siento la necesidad de morder el metal para comprobar que es metal. Quizás tanto esfuerzo durante muchos años trabajando, porque en realidad ¿quién va a ver los domingos al equipo de gimnasia rítmica? ¿Y a las de natación sincronizada? Por cierto, ¿alguien se acuerda de que eramos buenos en gimnasia rítmica? Pero ya parece que no… ¿Quién va a ver a los de water polo? Por cierto, eramos buenos antes en Hockey sobre hierba. ¿Ha sido por la sequía que se nos ha secado la hierba? Y como no hay dinero para regar… la crisis, ya se sabe.

Digo que si no podemos creernos cuando tras mucho trabajo ganamos algo, si por ejemplo mañana se presenta en mi casa mi novio en otros tiempos soñado y esperado, ¿debo morderlo como las gimnastas a las medallas? No, no me refiero a morder como sinónimo de… XXXXXX eso. No. ¿Y dónde debo hincar el diente para comprobarlo? Y si mañana me publican un libro ¿Debo comérmelo? ¡Y si me lo publican en formato digital ¿Debo morder la pantalla para comprobar si es verdad?

Hombre, había que hacer algo, inventarse algún modo de comprobar que ciertas cosas que estás viviendo o que has vivido son ciertas. Yo tengo la impresión en algunos momentos que todo esto de ellos blogs es mentira, que no existen. Vosotros… sí vosotros… ¿Existís? ¿No sois robots? Como no os he mordido no sé…

Bueno, mira el caso es que me voy a ir a dormir, porque no encuentro el discurso que perdí en el momento en que me quedé como un bobo mirando la pared. Y no hago más que el gesto de morder así y tal, por ver si recuerdo… pero no… no recuerdo como se muerde. 😉

Por cierto. Los chicos guapos, inteligentes y cariñosos… ¿existen?

¿sí?

No, no debe ser, porque intento morderlos y no… muerdo en vacío, así que eso debe ser otra ilusión de esas.

Me voy a la cama.

PD. Me ha hecho ver alguien que con ese título, parecía que se iba a encontrar un relato erótico. A lo mejor os habéis sentido decepcionados…  si es así y tal me lo decís y rápidamente escribo una pequeña escena de cama, o de diván, o de suelo, o de coche, o de baño público, o de baño privado, o de jardín con los búhos cantando…

PD1: Y ahora que lo pienso… ¿Por qué no habéis pensado al leer el título que era un post sobre gastronomía?

PD2: sigo pensando. ¿Y sobre dentistas o sobre prótesis dentales, o sobre implantes o como se llamen? Podía ser ¿no?

Prometheus, la película.

Prometheus.

Película de ciencia ficción.

Dirigida por: Ridley Scott.

Bla, bla, bla…

¿Qué buscamos? El origen del hombre. Para ello fletamos una nave y llevamos una serie de científicos todos estupendos y más raros que un perro verde, con destino a un planeta estupendo en el que parece, está la respuesta a nuestras dudas. ¿Quién es papá y mamá? ¿Por qué nos abandonaron a nuestra suerte?, con el frío que hace en invierno ahí fuera…

Un magnate paga la expedición. El pobre es viejito y está a punto de palmar. Su hija se va al mando de la nave, aunque eso no está claro. El que va en la nave sí, pero respecto a lo de mandar… porque en esa nave está el capitán, está la científica al mando, y está la hija del jefe que paga y que tiene la mejor suite de la nave… y que manda…

En cualquier historia que se precie, hay buenos y malos. Aquí, lo difícil es encontrar a alguien bueno. ¿Lo hay? Yo no lo vi. Quizás a lo mejor me quedé traspuesto en un momentito y en ese momentito apareció ese personaje bueno y sin dobleces. ¿Hay personajes de esos, buenos sin dobleces, en el mundo de la ficción? ¿Y en la realidad, en la vida tuya y mía, la de todos los días? A lo mejor por eso no hay nadie bueno… no, la protagonista no es buena tampoco.

Y aquí nos encontramos viajando con todos dormidos, menos el robot. El robot que tiene el cuerpo de Michel Fassbinder. Este si que es malo. O a lo mejor no lo es…  pero esa mirada intrigante que tiene en toda la peli… ¡brrrrrr! Pero el caso es que no sabes de que va… Vale, en realidad no sabes de que va nadie.

Venga, va, tiene secuencias maravillosas, tiene algunas cosas interesantes, ambientaciones casi perfectas… pero ¿Y la historia? ¿Y los personajes? ¿Dónde están? Joder que a alguien se le olvidó invitarlos…

Y tanta acción y tanto viaje para casi nada, para invitarte al final a que veas la segunda parte. No, no te lo pone en un cartel, pero tu me dirás, no te contesta a nada de lo que te plantea… en fin, que ganas me da de contar el final con pelos y señales.

NO, no me ha gustado. No me vale esos momentos interesantes si están trufados de diálogos imposibles, de personajes inconsistentes, de una historia con más agujeros que el queso gruyere. No. Me aburrí. NO me vale una fotografía que está bien, cojones, que para eso voy a ver una peli de Malick, a ver poesía en imágenes. ¿Y quién ha hecho el cast de la peli? Venga, va, si los personajes no tienen alma, los actores da igual. ¿Pero quién ha comparado al personaje de Noomi Rapace con el de Sigourney Weaver en Alien? ¿Tiene acidez de estómago? Y por favor, por favor, que no me las comparen como actrices.

Y el Fassbinder no sale en pelota picada. Pero está bien en ese papel de robot.

No he leído a nadie decir que esta peli tiene cosas también de «2001, una odisea en el espacio».

Pues que no me ha gustado.

¡Ah! ¿Qué ya te habías dado cuenta por el devenir de la reseña? ¡Joder! Y yo que pensaba que estaba disimulando bien, para al final dar el golpe de efecto…

Eso sí, debo ser de los pocos, porque toda crítica que leo es medio favorable. ¿Será que ya nos conformamos con tan poca cosa? ¿O que cuando hay cuatro efectos especiales y un bonito envoltorio, y un planteamiento que parezca medio metafísico-filosófico, nos… XXXXXXXX (I) de gusto sin tocarnos? O, vete tú a saber, a lo mejor es una confabulación de los religiosos radicales, de los creacionistas, para desprestigiar a Darwin, el pobre. Oye, qué bien, otra conspiración.

Sale la Charlize Theron. No sé si estaba viendo esa otra película que ha hecho este año, la de Blancanieves… ha habido momentos en que salía ella y me confundía… claro, a lo mejor ha sido en el momento que me quedé traspuesto y soñé con Blancanieves y el baile y el zapatito… vale, vale, que me he equivocado, que eso es de Cenicienta… ¡Qué lío! Si es que estas nuevas versiones de los cuentos como el de Blancanieves y el Octavo pasajero, me despistan completamente…

¡Hala! Que esto no da para más.

El tráiler.

 

Y si queráis más información y críticas sesudas, pinchad aquí que os llevará a La Butaca.

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(I) Como estamos en horario infantil, me he visto obligado a auto-censurarme: XXXXXXXX. Si no pillas el sentido, escríbeme un correo y yo te descubriré el mundo que hay debajo de esas cruces.

😛

Viernes 22 de junio: me relajé, así de repente.

Hoy es viernes 22 de junio. Sí, sí, no lo estás leyendo el viernes 22 de junio, ya lo sé. Pero es que yo no hago un blog pegado a la actualidad, se siente. Claro, pensaste que porque hice unos post especiales de la Eurocopa mientras esta duraba dura, esto era un blog de actualidad. Pues no. Es más, no me gusta hablar de lo que hablan todos. A mí me gusta ser el “verso suelto”. No es por ánimo de fastidiar, o de ser diferente. O a lo mejor sí, porque de ser raro, ya seámoslo del todo. Vamos, digo yo.

Me acabo de acordar que además es el cumpleaños de mi amigo Carlos. ¡Felicidades Carlitos! Ya te llamaré otro día que hoy no estoy de humor… aunque relajado, pero sin humor. (Nota actualizada: Perdona Carlos, se me olvidó llamarte una vez más).

Hoy es viernes 22, y estoy más tranquilo. Así, de repente. Por la tarde. Me ha pasado. Bueno, más tranquilo pero sigo teniendo los hombros cargados, lo que me produce unas ciertas molestias en las cervicales. Pero eso es culpa tuya que no se te ha puesto ahí (no me hagas ser mal hablado), el venir a darme un masaje y a hacerme mimos. Y a ti que das los besos como si te supusiera la mayor de las torturas. Joder, a a ti, jodido Príncipe, que te has dado a la fuga, que no apareces ni para atrás, y no hago más que buscarte hasta debajo de las mesas, de las sillas, de los agujeritos de las alcantarillas. (Otra nota actualizada: Sigo con las cervicales, y sigo sin príncipe – si te fijas ya lo pongo hasta en minúsculas-.)

Nota: (ésta no es actualizada)

Advierto antes de seguir, que no me ha tocado la primitiva, por lo que ruego se abstengan de pedirme colaboraciones para empresas desatinadas, obras de caridad varias como comprarte una tele nueva para ver la final de la Eurocopa, entre otras coas porque ya acabó,  o la Inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres. Por cierto, he oído por ahí que no venden entradas los pobres… los de los Juegos Olímpicos, digo.

Me he perdido. ¿Dónde iba?

(cierro nota)

– ¡Vale! – dije-digo feliz cual perdiz después de releer lo escrito.

Estoy más tranquilo.

Ahora solo es cuestión de pensar, meditar, divagar sobre el tema. Para encontrar las causas y regodearme en ellas, es por lo de tener otro momento feliz, cual perdiz. Por cierto ¿alguien ha visto a mi Príncipe azul? Joder, pues decidle algo al pavo, la madre que lo parió.

Vale, lo de la tranquilidad súbita.

A lo mejor tiene que ver con la Bolsa que hoy ha subido. Podría ser doble gustirrinín cuando las demás de Europa han bajado. Quizás debería mirar mis acciones, esos 2.000,00 € que compré hace unos años, y que ahora deben valer 34,56 ptas. Bueno, a lo mejor hoy ya vale 35,10 ptas. Pero centro mi pensamiento en este punto, y como que no siento así un placer… un placer… extremo. No.

Quizás se trata de la Prima: la prima de riesgo, claro. Por cierto, hace tiempo que no hablo con mi prima Nerea. ¡Hola prima Nerea! (para diferenciar de la Prima de riesgo). La Prima de riesgo ha bajado de los 500 puntos básicos. No sé cuanto, porque cuando baja, los medios informativos no son tan explícitos como cuando se dispara. Me centro en la Prima, la de riesgo, pero… como que no siento burbujas en el estómago… No, la causa primera e importante no debe ser la Prima de Riesgo por debajo de los 500.

Bueno, claro, se me acaba de ocurrir que puede ser que mi alegría sea por el fútbol, por el amigo Cristiano marcó ayer el gol de Portugal que lo clasifica a semifinales. El chico éste que se hace carantoñas en ese vídeo tan tierno con Mou, ese chico tan desabrido la mayor parte del año y al cual se empeñan sus asesores de imagen o los que sean, en ponerle a hacer obras de caridad y a hacerse fotos con niños enfermos. Pero me concentro en los gayumbos de Cristiano y no… no siento nada especial… no siento… nada. Es que no me pone nada. Y España todavía no ha jugado los cuartos. Y el triunfo agónico contra Croacia está ya muy lejano para que me mueva por dentro, o por fuera… Otra causa descartada.

Sigamos pensando.

Claro, los bancos españoles. Eso es. Solo necesitan 62.000 millones de Euros. Parece mucho, pero es menos que 100.000 millones, y menos que 120.000 millones. No se explica bien esto de ese dinero, ni se explica bien por qué necesita ese dinero la banca. Ni se explica lo que son provisiones, ni se dice lo que pasaría si los bancos caen. No se dicen los problemas que tendrían los que tiene cuentas en ese banco que cae, que hay que dejar caer, según algunos. Todos esos temas se tratan con un poco de alegría y a golpe de titulares gruesos.

Me concentro en los bancos y… sabes, pues que no me excitan. Será que no me ponen los banqueros ni empleados de banca que conozco… no sé. Si me pusiera alguno a lo mejor… ¿Conocéis a algún empleado de banca cañón? Vale, Sergio sí parte piñones de vez en cuando con uno de la banca. Si es que algunos lo tienen todo, y otros… nos quedamos sin nada. ¡¡Príncipe, joder!! Como te pille… te… te… te… no sé lo que te hago, ¡¡joder!!

Mientras espero a ver si me presentáis a algún banquero o bancario estupendo que haga que me sienta en la gloria (ahora debería poner aquí una canción de Gloria Estefan, aunque casi me decanto por otra Gloria, la de Vivaldi), yo sigo pensando.

 

El IVA. Ya va a desaparecer eso de “con IVA y sin IVA”. Lo han dicho en el Consejo de Ministros. Ya nadie va a jugar a ser político corrupto, pero a la escala que cada uno tenga. Va a desaparecer el dinero B, el dinero negro, todos vamos a ser la hostia de legales, y pagar lo que corresponda, seamos pobres, ricos o mediopensionistas. Porque si yo pago el IVA al fontanero y tú no, yo soy tonto o tú un aprovechado que no pones tu parte para pagar al médico, con lo cual, o le quitamos unas horas de trabajo, o yo tendré que pagar un poco más.

Un nuevo momento de meditación.

JAJAJAJAJAJAJAJAJA.

Tendré que pagar un poco más al médico, ya lo estoy viendo. Sin más comentarios.

Claro. ¡¡ya lo tengo!!

Música Maestro:

 

“Gayumbos”. Ya es una palabra reconocida por la RAE. Y no necesariamente los que anuncia Cristiano, que son los mismos que anuncia Nadal. “¡Friki!” Es otra palabra reconocida desde hoy. “Matrimonio Homosexual”. Ya me puedo casar por la RAE. ¡Bien! No lo puedo hacer por la Iglesia pero sí por la RAE. ¡Bien! Bueno, eso si el jodido de mi Príncipe le da la gana (iba a escribir la “puta gana”, pero me he contenido) de aparecerse delante de mí, que ya le vale.

Pero, sabes, lo que de verdad, ahora lo sé, me pone, me ha relajado, me ha tranquilizado de verdad es que “Bloguero” también está reconocido por la RAE. Es como… como un orgasmo… porque creo que los blogueros somos un poco menos frikis si ya podemos buscarnos en el diccionario. Y aunque seamos frikis, da igual, porque también podemos buscarnos en el diccionario. Sí. Cuando alguien nos pregunte que es eso de un “blog”, ya le podemos remitir al diccionario de la Real Academia de la Lengua. Yo creo que eso es… la Academia de la Lengua es la causa de que hoy esté más tranquilo, más feliz. Como más realizado.

Y si tú ya de una vez me vienes a dar un masaje… pues eso, pues será ya la leche. Me conviertes en multiorgásmico.

Por cierto, ahora que hablo de Academia de la lengua… se me ocurre una historia un poco porno sobre una institución que se llame así… pero que no trate de palabras… ains, sino de lenguas.

¡Mi Príncipe! (léase en tono quejumbroso, cuasi de súplica) ¿Dónde estás? ¿Dónde te escondes? Practiquemos eso de las lenguas. Si es que ya he mirado hasta en las cloacas… ains.

Ohé, ohé, parece confirmarse que España es otra vez Campeona del Europeo de fútbol.

Ohé, ohé, ohée.

Parce que se confirma. Pucho así me lo decía en un comentario: La selección española de fútbol ha ganado la Eurocopa del mismo deporte. Aunque bien pensado hubiera sido verdaderamente interesante que hubiera ganado la Eurocopa de Basket.

Parece que se confirma que ganaron 4 goles a 0. que todo salió estupendo y que somos unos chicos geniales. Que lo celebraron por todo lo alto en Madrid. Eso sí, se oyen rumores que para no confundir, hicieron casi el mismo recorrido que la marcha-cabalgata del Orgullo, pero en sentido contrario.

Sí, porque me dicen fuentes generalmente bien informadas, que el Sábado pasado fue el Orgullo. Y un colaborador de este blog me va a enviar unas instantáneas de tal evento. De lo del orgullo, no de lo del fútbol.

¿Os imagináis que alguno de los de la expedición española cerrara los ojos y por un momento se sintiera en lo alto de una de las carrozas del Orgullo? Porque alguno a lo mejor tiene ese sueño inconfesable. Hubiera sido bonito. También lo hubiera sido que en lugar de Cesc besando a su novia, o hace dos años, Casillas haciéndolo con la suya, hubiera un jugador que en plena celebración bajara al campo a su novio y le diera un piquito, con mirada de cordero degollado. Bueno, son tontadas ya lo sé.

Se acabó pues, los especiales de fútbol.

Es ahora ese momento en que algunos diríamos que ya podía importarnos algo de más enjundia con la misma intensidad. Y puede ser que haya algo de cierto en ello. Pero las cosas son como son. Algo tiene el fútbol que nos hace olvidar nuestras miserias, nos une a españoles de toda procedencia, a personas de distintas opciones políticas, que nada más consigue. Quizás porque es alrededor de la selección de fútbol, o de baloncesto o de otros deportes, en los pocos sitios en donde la política no hace aparición de ninguna forma. Quizás se combina todo esto y que parecen buena gente los jugadores y su entrenador, dominan las buenas formas, el compañerismo, y el apoyo mutuo y eso en el mundo de fútbol y en el de otros campos, no es habitual.

Es un momento en que la gran mayoría ha recibido un chute de optimismo… a mí, aunque el fútbol no me guste, me encanta que la gente esté contenta, que lo celebre, y que por un día, no hablemos de primas, ni de la alemana, ni del finlandés…

Ohée, ohée, ohé, España campeona.

Ohé, ohé, ohé.

Nota: Si por un casual mis fuentes están equivocadas y resulta que “la Roja” no ha ganado la Eurocopa de fútbol, me lo decís en un momento y cambio el post… ¡Joder! Ahora que lo pienso… ¿Y si resulta que todo ha sido un sueño? ¡¡Qué fuerte!! O que todo lo hayan montado para rodar una serie de televisión… ¡Qué fuerte!