Una buena mañana para correr (1)

Fermín se sentó delante del ordenador. Eran las 7 de la mañana… aunque era sábado. No tenía que trabajar. Pero… no podía dormir. Como casi todos los días.

Llevaba así casi un año.

Un 23 de enero le vio.

Un 27 de enero, le conoció.

Gervasio.

Un 30 de enero… estaba enamorado.

Un 3 de febrero… obsesionado.

Un 15 de marzo, desesperado.

Un 24 de octubre… agotado, desesperado, íntimamente humillado…

Mayte le decía que debía buscar… que un clavo saca a otro clavo… pero Fermín argumentaba… que en realidad ningún clavo podía sacar a este clavo, porque siquiera nunca había entrado…

Lorena le comentaba que debía salir, hacer cosas… pero Fermín argumentaba que estaba agotado. Que no dormía.

Jaime le decía… que a lo mejor, debería ir a un psicólogo, o al menos al médico, para que le diera algo para dormir, que pudiera descansar… y le diera fuerzas para buscar otras soluciones, o al menos escuchar las de sus amigos…

– Por cierto Fermín… ¿te estás dando cuenta que vas a perder a todos tus amigos si sigues así? Te vamos a quedar los íntimos… no nos haces ni puto caso, ni quedas, ni tomas una caña, ni siquiera vienes a las bacanales que organizamos cada 15 días “more or less”.

“Y sí, es cierto… Jaime tenía razón”… Pero entonces Fermín argumentaba que, no quería saber nada con matasanos. Que no quería que le empastillaran… y no quería ir a un loquero para que le sacara hasta los calzoncillos por tirarse en un diván. Y seguro que el loquero no era argentino… y en las pelis siempre eran argentinos… y ese acento argentino… ese acento solo le curaría…

Encendió un cigarrillo. Dejó el ordenador encendido, y se fue a la terraza. Hacía buena mañana. Para ser Burgos, 24 de octubre, que hiciera 6 grados centígrados… era como 24 en Sevilla. No hacía sol… pero se estaba bien. Aunque todavía era noche cerrada. Bueno… una ligera línea en el horizonte anunciaba que quizás el día se asomaría en cualquier momento… aunque no… era demasiado pronto… se acordó luego que sería la fábrica esa que estaba tan bien iluminada y que nunca se acordaba de su nombre… daba igual.

Se sentó. Eran cómodas esas sillas que se había comprado en Hipercor ese verano… Una calada al cigarrillo… No podía recordar cual fue el proceso… le conoció. Le hizo gracia su nombre. Luego se acordó del gimnasta ese… que le ponía también… Gervasio… quizás fue el nombre que le hizo fijarse más en él… luego esa casualidad de conocerse… a los pocos días… Gervasio le daba la mano, pero él le puso la cara para un beso… desconcierto… risas nerviosas… al final se dieron la mano mientras se daban un beso. Pero Gervasio no se sintió cómodo. Fue como un calambre cuando tocó su cara… así reaccionó Gervasio…

El caso es que se fueron encontrando esos días. Un café… venga, juguemos a las cartas… ¿Mañana hacemos footing?  Mira este es mi amigo Julián, encantado… esta es mi amiga Mayte… muak, muak… Joan (era mono Joan)… Jaime mi confidente… encantado… ¿En qué momento todas las ventanas, todas las puertas se cerraron en su mente salvo la de Gervasio?

Un día… risas por aquí… que te voy a buscar al trabajo… que si luego… que si un concierto… no, no, hoy toca palomitas en tu casa, y peli … que te quedas dormido antes del final… jajajajaja… jijijijiji… jajajajajaja… “te quiero… ¿sabes?” jajajaja, se transforma en ¿ein? La peli o el concierto, o las palomitas, o el salchichón en vinagre de Módena se transformó, como por ensalmo… “me duele la cabeza… está empezando mi jaqueca… me voy a casa… ¿nos vemos?”

Otro día… ¿qué tal tu jaqueca? “Fatal… hoy también me duele” ¿Mañana? “He quedado con mi bisabuela para ir a patinar”. ¿Y ese que está contigo? Naaaa, un colega… del barrio… unas cañas y ya.

Otro día, no hay casualidades, y no te encuentras.

Y al otro… el teléfono está apagado.

Y… otro más… no contesta.

Fermín apaga el cigarrillo. Sale de la terraza. Se pone sus Converse, y se cuelga el iPod de la goma del pantalón del chándal. Se pone su gorro de lana, coge las llaves de casa… y se tira a la calle. A correr.

Sale a la calle. No hay casi nadie. Es sábado. Ni son las 8 todavía.

Un chico está apoyado en un coche.

Le suena.

– ¿Gervasio?

– Hola.

– ¿Qué haces?

– Quería correr un poco, y pensé que a lo mejor te apetecía.

– ¿Cómo sabías que yo…?

– No lo sabía.

– ¿Por qué no me has llamado?

– … no… no… bueno, no me atrevía.

– ¿A que hora has venido?

– Hoy a las 6…

– Joder… ¿hoy?

– Sí.

– ¿Desde cuándo vienes?

– Desde hace mes y medio… “more or less”.

– No te he visto por la mañana cuando salía…

– Me escondía…

– ¿Y hoy?

– Hoy no me he escondido.

Fermín no dejaba de mirarle. Gervasio no dejaba de mirar al suelo. “levanta la mirada, quiero verte los ojos”  “No, me da vergüenza” “¿Por qué”…

– Soy un cobarde…

– ¿Lo eres?

– Es largo… no me apetece hablar… ¿corremos?

– Estás helado… ven, subamos a casa… y…

– Mejor corremos… luego si quieres…

– Corramos…

– Hace buena mañana para correr…

– Un poco fresca para estar parado en la calle…

– Sí…

– Despacio que hace tiempo que no corro…

– Despacio pues…

 ________

Historia completa seguida. (capítulos 1 al 75)

Historia completa seguida (capítulos 76 a final)

Historia por capítulos.

22 pensamientos en “Una buena mañana para correr (1)

  1. Ya me imagino que eso no es el final… ¿he acertado? ¿Sigue?

    Por un momento temí que te fueras a meter conmigo y me estado de derrota, pero luego vi que no.

    Me ha gustado ¿Espero el segundo capítulo?

    Un abrazo,

    Josep

    • Josep, no me des ideas… que me meto contigo…
      Así que por si las moscas, mejor sales de ese estado de derrota lo antes posible.
      😛

      sip.

      No sé si seguirá… hummmmmmmmmm, no parece que haya gustado mucho… ains.
      😛

      besos.

  2. Es que ha sabido a poco, tienes que seguirla para ver si nos gusta o no, hombreeeee yo si termina mal, ya sabes lo que voy a decir, pero da igual tu sigue, que para quejarme ya habrá tiempo 🙂
    ¿Cuando dices que cuelgas la siguiente parte? 🙂
    Un cariñoso y pelota beso 🙂

  3. Hombre, que yo también estaba viendo todo muy parecido a las cosas que he vivido, hasta que el tipo desapareció, hasta ese momento hasta los detalles eran perfectos… sino que a mi nadie me ha huído, porque en realidad nadie ha llegado.

    La historia está muy buena… pero… y que sigue??.

    Salu2

  4. Pingback: Una buena mañana para correr… (2) « el rincón de tatojimmy v.2.0

  5. Pingback: Una buena mañana para correr (3). « el rincón de tatojimmy v.2.0

  6. Pingback: Una buena mañana para correr (4). « el rincón de tatojimmy v.2.0

  7. Pingback: Una buena mañana para correr (5). « el rincón de tatojimmy v.2.0

  8. Pingback: Una buena mañana para correr (6) « el rincón de tatojimmy v.2.0

  9. Pingback: Una buena mañana para correr (9). « el rincón de tatojimmy v.2.0

  10. Pingback: Una buena mañana para correr (12). « el rincón de tatojimmy v.2.0

  11. Pingback: Una buena mañana para correr (13) « el rincón de tatojimmy v.2.0

  12. Pingback: Una buena mañana para correr (14) « el rincón de tatojimmy v.2.0

  13. Pingback: Una buena mañana para correr (17) « el rincón de tatojimmy v.2.0

  14. Pingback: Una buena mañana para correr (18) « el rincón de tatojimmy v.2.0

  15. Pingback: Una buena mañana para correr (20) « el rincón de tatojimmy v.2.0

Sería interesante que nos dijeras algo. ¡Comenta!